Dios le dio a los Israelitas antiguos el ritual de echar suertes como una forma para que ellos averiguaran cual era Su voluntad en casos indecisos (Num. 33:54; I Sam. 14:42; I Cron. 24:5). Echar suertes es una súplica solemne a Dios en casos inseguros. Dios inspiró este proceso como para revelar Su voluntad divina. En los tiempos de Cristo esto todavía era practicado. Sus discípulos echaron suerte para determinar a quién Dios estaba escogiendo para reemplazar a Judas Iscariote. (Leer Hechos 1:15-26).
Después de Pentecostes en el 31 D.C., la Biblia no hace mas referencia al echar suertes. Los apostoles contaban con que el Espíritu Santo para que los guiara directamente. Por favor lea Hechos 2 y Juan 16:13. Usted también quisiera leer Hechos 6:1-8; 13:1-3; 15:19, 28; y 16:6.
Como en el principio del Nuevo Testamento, Dios, por el poder de Su Espíritu Santo trabajando a través de Sus ministros escogidos, le revela Su voluntad a Su Iglesia, en casos importantes donde las Escrituras no ofrecen una orden especifica.