¿Por qué nació usted? ¿Hay alguna razón — un significado — para su vida? ¿Es su existencia parte de un plan divino?
¿Fue puesta la humanidad en la tierra por un Creador sabio, como parte de un gran Propósito — un plan maestro? ¡El conocer la respuesta es supremamente importante!
Piense por un momento. ¿Qué podría ser más importante de entender que el propósito de su vida?
Los ateos se rehúsan a saber. Aquellos quienes no aceptan la existencia de Dios ciertamente no pueden aceptar que Él tiene un Plan Maestro.
Los cínicos se burlan de la posibilidad de saber. Ellos ven la confusión y el amplio desacuerdo acerca de esta pregunta y concluyen que nunca podrá ser respondida.
Los científicos no pueden descubrir este conocimiento a través de análisis de laboratorio. Astrónomos y microbiólogos y otros reconocen honestamente que Dios existe, pero esto, en sí mismo, no revela Su propósito para la humanidad.
Los filósofos no pueden discernirlo a través de meditaciones o discusiones. Las respuestas reveladas divinamente no pueden ser obtenidas a través de siglos de meditación.
Los educadores no pueden enseñar lo que a ellos nunca les fue enseñado. Aquellos quienes simplemente enseñan a partir de libros escritos por otros hombres no pueden enseñar lo que esos libros no contienen.
Los astrólogos deslumbran con trucos que no revelan nada de valor. ¿Puede alguien razonable pensar con seriedad que tales “personas de negocios” (esos que venden la predicción del futuro como verdadero entendimiento), supuestamente en contacto con los “muertos” y con el mundo espiritual (en realidad espíritus demoníacos) tienen el significado de la vida?
Los teólogos ofrecen falsificaciones inventadas por el hombre. Todas las religiones profesan tener las respuestas a las preguntas de la vida, pero sus ideas se reducen a sustitutos baratos — falsificaciones vacías cuando — la asombrosa verdad del Plan de Dios es plenamente comprendida.
La mayoría de las personas viven sus vidas sin una pista de por qué están aquí. Estas personas van a la deriva sin objetivo, sin preocuparse acerca de las respuestas a las preguntas más grandes de la vida — ¿por qué la vida y por qué la muerte? Otros disfrutan debatiendo acerca del significado de la vida, pero nunca llegan a las respuestas correctas. Muchos concluyen que la humanidad es poco más que el producto de la evolución — ¡una suerte ciega y loca!
Problemas insolubles
El mundo está experimentando una explosión de conocimiento en medio de un creciente sufrimiento humano, infelicidad, descontento y confusión. ¿Por qué tal declive moral junto con el asombroso progreso materialista? Las armas de destrucción masiva amenazan ahora la propia supervivencia del hombre.
¿Por qué? Y ¿adónde vamos a partir de aquí?
La cantidad y la severidad de los problemas a los que se enfrenta la humanidad nunca han sido mayores — enfermedad, contaminación, pobreza, ignorancia, confusión religiosa, guerras, terrorismo, crimen, violencia, hambre, inmoralidad, esclavitud, opresión, sobresalto político y mucho más — ¿por qué?
Los problemas, tanto dentro como entre las naciones nunca habían traído más división entre los pueblos — ¿por qué?
Con el pasar del tiempo vienen más problemas, no menos — ¿por qué?
Además, los problemas existentes empeoran colectivamente en vez de mejorar — ¿por qué?
¿Por qué el hombre, a cada paso, ha chapuceado y fallado miserablemente en todos los esfuerzos por resolver sus problemas verdaderamente grandes?
Individualmente, las personas nunca habían parecido más incapaces de enfocarse y de vencer sus problemas personales. Al igual que con el mundo en general, el paso del tiempo ve a los individuos y a las familias ahogándose en un mar de decadencia moral y bajo dificultades aparentemente insuperables. Más y más parecen completamente incapaces de manejar sus vidas — ¿por qué?
Los hombres han creado asombrosos inventos tecnológicos, pero no pueden crear soluciones para sus problemas. La humanidad ha producido el poder de las computadoras para procesar vastas cantidades de información, pero los seres humanos no pueden procesar correctamente sus problemas personales. Los científicos han descubierto mucho acerca del tamaño, la magnificencia y la precisión del universo, pero no pueden descubrir el camino a la paz. Los astrónomos pueden encontrar nuevas galaxias majestuosas y bellas a lo largo del universo, pero no pueden encontrar una forma de preservar la belleza y la majestad de la tierra. Los científicos también han desencadenado el poder del átomo, pero no tienen el poder para desencadenar las respuestas a las preguntas más grandes de la vida. Los educadores les han enseñado a millones de personas cómo ganarse la vida, pero no como vivir — porque ellos mismos no saben cómo vivir.
Con el genio creativo del hombre habiendo sido usado para crear armas de destrucción masiva y traer peores y peores formas de terrorismo a un mundo incapaz de combatirlas exitosamente, el mundo es un terrible desastre.
La muy famosa historiadora presidencial Peggy Noonan resumió la compleja y revuelta historia de esta forma: “En la larga cinta de la historia, la vida ha sido un largo, manchado y enredado desastre, lleno de hambre, horror, guerra y enfermedad. Nosotros debimos haber pensado que todo estaba mejor porque el hombre había mejorado. Pero el hombre no ‘mejora’ realmente, ¿o sí? El hombre es el hombre. La naturaleza humana es la naturaleza humana; el impulso de destruir coexiste con el deseo de edificar y de crear y mejorar” (“America’s Age of Uncertainty”, Knight-Ridder, 11/9/2001 — “La Era de la incertidumbre de América”, 11/9/2001).
¿Quién podría no estar de acuerdo?
Así que, algo anda terriblemente mal. El extraordinario genio creativo del hombre lo ha dejado incompleto — y ha probado ser insuficiente para solucionar sus problemas. El poder y la proeza creativa de su mente han sido más canalizados para la destrucción que para los esfuerzos productivos de planificar e inventar.
La FUENTE que revela
Sir Winston Churchill, el famoso Primer Ministro de la otrora ‘Gran’ Bretaña, proclamó: “Hay un propósito que está siendo llevado a cabo aquí abajo”. Él entendió que de alguna manera un Ser Supremo estaba llevando a cabo un invisible y poco comprendido plan aquí en la tierra.
Pero, ¿cuál es ese plan? Churchill no lo sabía.
Muchos desean saber lo que Dios está haciendo “aquí abajo”, pero no tienen ni idea de cómo averiguar qué es. La humanidad ignora adónde debe ir. La humanidad no conoce cuál es la Fuente de instrucción.
El Creador de los seres humanos envió con ellos un detallado Libro de Instrucciones que contiene información vital. Éste explica la naturaleza, el diseño y el propósito de la más grandiosa de todas Sus creaciones. Éste identifica la llave escondida — la dimensión desconocida — hacia el uso correcto y apropiado de la mente. Éste explica el camino a la paz, la felicidad, la abundancia y la prosperidad universal.
Pero este grandioso Libro de Instrucciones es ignorado, mal representado, malentendido y rechazado casi universalmente. Hablo de la Palabra de Dios — ¡la santa biblia ! Como resultado, los problemas, las dificultades y los males de la civilización se acumulan. Sin solución a la vista, las condiciones solamente se ponen peor.
¡Deténgase y piense! Aplique una lógica básica. ¿Crearía Dios Su propia maravilla de ingeniería — su mente — y la enviaría sin un Libro de Instrucciones explicando cómo usarla?
¡Claro que no! Este ignorado y malentendido Libro sí existe. Necesitamos examinar este “Manual”, el cual abre el misterio de por qué existe usted. Éste le ofrece esperanza a usted — y soluciones para los problemas de la humanidad. Éste explica por qué el hombre es incapaz de solucionar sus problemas sin la intervención divina del Ser que está llevando a cabo Su Propósito. Éste explica el significado de la vida y responde la pregunta más importante que usted enfrenta — ¿por qué existe usted?
El evolucionista no puede responder esta pregunta. Él cree que la vida ha evolucionado a lo largo de millones de años. Él cree que su teoría explica la presencia de millones de plantas y animales en la tierra, con la humanidad siendo simplemente el animal más alto en la cadena evolucionista. Los evolucionistas rechazan una creación especial por un Creador Supremo y por lo tanto rechazan la Fuente de sabiduría revelada que Él envió con Su creación.
Los propulsores de la teoría de la evolución no pueden explicar el asombroso potencial del hombre, o por qué nunca ha sido comprendido. Tampoco pueden explicar por qué las cosas siguen empeorando — cuando la evolución enseña que la humanidad supuestamente está evolucionando a una orden superior.
Las religiones del mundo han fracasado completamente en darle significado — y esperanza — a la vida. Estas religiones se han adherido casi universalmente a los evolucionistas, e incluso el cristianismo profeso ha rechazado grandemente el recuento del Génesis de la creación, colocándolo como un mito o como “literatura” hebrea antigua. ¡No obstante, aunque rechazan muchas Escrituras que explican el propósito de la vida, ellos dicen creer en unos pocos pasajes seleccionados y así se denominan falsamente a sí mismos “cristianismo”!
Pero el Libro de los libros ofrece esperanza y significado. ¡He aquí la verdad de este gran Libro de Instrucciones hecha clara!
El pináculo de la creación de Dios
Génesis 1 registra el relato de la Creación: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” (vs. 1). Estas son las primeras palabras de la Biblia. Esta es una declaración global. Estas palabras son inclusivas y francas, sin ninguna ambigüedad o lugar para dudas. Dios dice que esto es lo que Él hizo.
El sexto día de la Creación, al final del capítulo 1, Dios dijo: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza” (vs. 26). El hombre fue hecho para verse así: “hecho conforme a” la “especie” de Dios. El hombre fue el logro cumbre — el pináculo supremo — de la creación de Dios. El hombre no era de ningún género animal, sino que fue hecho a “imagen y semejanza” de Dios. Esto revela una enorme diferencia entre los hombres y todas las clases de animales.
El versículo 25 revela que los animales fueron hechos de forma diferente y que cada uno fue hecho según “su especie”. Note: “E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie…”
Los caballos se ven como caballos. Los perros se ven como perros. Las vacas se ven como vacas. Los pájaros se ven como pájaros. Ninguno de estos — y nada más — está formado a la imagen y semejanza de Dios. ¡Así lo dice Dios, quien inspiró este relato en Su Palabra!
Los hombres no son parte del género animal. Ellos no llevan semejanza con ninguna de las “bestias de la tierra”. Como parte del género de Dios, el hombre fue creado para tener una relación con Dios, la cual los animales nunca podrán comprender. Esto será explicado después.
En este punto, es vital entender algo acerca de quién y qué es Dios. Génesis 1 revela un entendimiento crítico e importante.
Génesis 1:1 dice: “En el principio creó DIOS…” Moisés registró los primeros cinco libros del Antiguo Testamento en el idioma hebreo. La palabra hebrea traducida “Dios” es Elohim. Esta es una palabra colectiva o uniplural, como equipo, grupo, familia o iglesia.
Dios es una Familia — actualmente compuesta por dos Seres.
El versículo 26 dice: “Hagamos [más de uno] al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza”. Claramente vemos que había más de una Persona involucrada en la creación. Este versículo registra a la Familia Dios hablando y creando.
El Apóstol Juan amplía lo que Moisés registró: “En el principio era el Verbo” (Juan 1:1), y continuó: “el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. Si hay Uno que ERA Dios, pero que también estaba CON Dios, es obvio que se está describiendo a dos Seres — dos Personas. Por eso es que Cristo podía ser Dios y estar con Dios a la misma vez.
La palabra griega traducida como “Verbo” es Logos. Ésta significa “portavoz”. Este es el Ser que se convirtió en Cristo y es el que está hablando en Génesis 2.
Juan 1:14 continúa: “y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”. El único Ser Divino que se ha convertido en carne a fin de habitar entre los hombres es Jesucristo. Recuerde, dice que el Verbo “fue hecho carne”. Cristo no era carne hasta que vino a la tierra para convertirse en el Salvador de la humanidad. Comenzando en Génesis 2:4, hay otro nombre traducido como “Dios”, YHVH. Este es mejor traducido como “el Eterno” o “El que Siempre Ha Existido” — el Portavoz/Verbo.
Mente humana versus instinto animal
Los animales poseen instinto. Ningún evolucionista ha podido explicar exitosamente por qué sucede esto o siquiera cómo es posible.
¿Por qué regresarían las abejas a sus panales día tras día, generación tras generación, produciendo miel de la misma forma en que lo hicieron 1,000 años atrás, a no ser que ellas hayan sido diseñadas para hacerlo así?
¿Por qué los terneros y los caballos se paran casi inmediatamente después de nacer? Esto fue programado en ellos — a través del instinto.
¿Por qué los pájaros saben volar hacia el sur, y justamente en el tiempo correcto? Luego, ¿cómo saben ellos regresar cada año exactamente al mismo árbol en Centro y Sur América — para luego volar de regreso al norte, en el horario correcto? ¡Instinto!
¿Como es que todos los osos “saben” que deben comer suficiente para sobrevivir la hibernación todo el invierno — y como es que todos los osos saben que tienen que hibernar, a no ser que eso les haya sido construido dentro de su conducta instintiva?
¿Por qué todos los lobos cazan de la misma forma — en manadas — y comen lo mismo?
¿Por qué casi todos los pájaros tienen sus propios diseños diferentes para construir sus nidos?
En una ocasión hubo una prueba conducida con pájaros tejedores. Cinco generaciones consecutivas fueron privadas de los materiales para construir nidos. A la quinta generación le fueron dados los materiales, pero los pájaros nunca habían estado en un nido. Inmediatamente, los pájaros comenzaron a construir nidos exactamente como los de los pájaros tejedores.
Con lo maravillosa que es esta capacidad instintiva, ésta es superada por la capacidad y el poder del intelecto humano. Los humanos son capaces de adquirir conocimiento. Ellos pueden alcanzar la luna y crear súper computadoras. Ellos pueden diseñar edificios del tamaño de seis estadios de balompié y descubrir los secretos del átomo. Los animales no tienen esa capacidad.
Las personas no saben instintivamente todo lo que necesitan saber para operar exitosamente a lo largo de sus vidas. Ellas deben adquirir mucho más conocimiento a medida que envejecen y a medida que más exigencias son colocadas sobre ellas.
Todo el conocimiento se divide en dos categorías: (1) El conocimiento físico de cómo trabajar con la materia y las cosas físicas, y (2) el conocimiento espiritual necesario para que las personas desarrollen una relación personal tanto con Dios como con el prójimo. Todo el conocimiento es físico o espiritual.
El conocimiento físico es adquirido a través de los cinco sentidos — ver, oír, oler, tocar y saborear. Las personas entienden que deben adquirir cierto conocimiento y añadirle a éste a lo largo de sus vidas. Los sentidos permiten esto.
Creados incompletos
El salmista escribió: “…porque formidable y maravillosamente me formaste” (Sal. 139:14 RVG). Esto es muy cierto de su cerebro — ¡la mente humana ! Pero ésta está incompleta — igual que usted.
Génesis 1 registra el relato de la creación física del hombre. Adán fue creado para que luciera como — se pareciera a — Dios en su forma y figura físicas. Aunque Adán estaba físicamente completo, él fue dejado incompleto espiritualmente. Le faltaba un importantísimo componente espiritual.
Note en Génesis 2:7: “…Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. El hombre está compuesto de materia — carne. Aunque no está compuesto de Espíritu, como Dios, él está diseñado — formado — a “imagen y semejanza” de Dios.
Adán era físico. Él respiraba aire, y necesitaba alimento y agua. Sin uno de estos, él no podía sobrevivir.
Dios pretendía comenzar Su creación espiritual con Adán. Este proceso nunca ha incluido a los animales. Pero primeramente, debemos entender un punto relacionado.
No es un alma inmortal
La mayoría de las personas no entienden la relación entre los hombres y el alma. Casi a todos les ha sido enseñado, o todos asumen, que cada persona nace con, y posee, un alma inmortal . La creencia popular es que, al morir, las almas de los pecadores van al infierno para siempre, mientras que los salvos van al cielo eternamente.
¿Es eso lo que dice la Biblia?
La Palabra de Dios declara: “la paga del pecado es muerte” (Rom. 6:23), y ese “pecado es la infracción de la ley” (I Juan 3:4). ¿Podría entonces la Biblia enseñar también que las personas tienen almas inmortales? Ésta si habla acerca de “almas”, ¿pero en qué contexto?
Recuerde Génesis 2:7: “Entonces el Eterno Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. Este versículo no dice que los hombres tienen almas, sino que ellos son almas. Adán se convirtió en un alma — a él no le fue dada una.
Luego, casi inmediatamente, Dios le advirtió a Adán: “Y mandó el Eterno Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (vs. 16-17). Cuando se unen estos versículos, ellos revelan que los hombres son almas, ¡y que las almas pueden morir!
El profeta Ezequiel confirma la instrucción de Génesis. Él fue inspirado dos veces a escribir: “El alma que pecare, esa morirá ” (Eze. 18:4, 20). La muerte en la ausencia de vida.
Finalmente, note Mateo 10:28: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquel [Dios] que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. ¡Entienda! ¡Las almas pueden ser destruidas!
Pero Juan 4:24 declara: “Dios ES un Espíritu”. Dios está compuesto de Espíritu. Los hombres están hechos de carne. Puesto que Dios es un Espíritu, Su Espíritu debe trabajar con otro espíritu dentro de Su creación humana. Pero no es un alma inmortal.
Dado que Dios ha programado en los animales, que a través del instinto, todo lo que ellos necesitan para funcionar efectivamente dentro de su ambiente, no existe un “espíritu de animal”, el cual les de poder mental. Y los humanos no tienen almas inmortales. Pero I Corintios 2:11-12 revela que sí poseen lo que Dios llama “el espíritu en el hombre”. (Usted puede leer nuestro folleto gratuito Lo que la ciencia nunca descubrirá acerca de su mente para aprender mucho más acerca de este espíritu. Esto es descrito de manera breve aquí para ayudarle a entender el Propósito Maestro de Dios.)
Los humanos reciben el espíritu en el hombre al momento de la concepción. Éste les permite, a través de los cinco sentidos, adquirir y retener conocimiento en una forma en que los animales no pueden. El espíritu humano no es EL hombre — éste está EN el hombre. ¡Hay una gran diferencia! Este espíritu no tiene poder mental propio, en sí mismo. Tampoco lo tiene el cerebro.
El cerebro escucha a través de los oídos y ve a través de los ojos. El espíritu humano no hace estas cosas por sí mismo. El cerebro hace el trabajo de pensar — con el espíritu dándole el poder de intelecto. Recuerde, el espíritu está en el hombre, dándole a los cinco sentidos físicos la habilidad de trabajar con el cerebro para analizar el conocimiento físico y discernir su significado. El espíritu le da poder a la mente para procesar la información recibida a través de los cinco sentidos.
La presencia de este espíritu le permite a Dios, un Espíritu, a continuar la creación física hacia el campo espiritual. Algunas otras cosas deben ser entendidas antes de proceder a ver con cómo trabaja Dios dentro de esas mentes que Él ha conquistado.
La gran elección
¿Cómo es que el hombre llegó al estado de confusión, división y desacuerdo que existe sobre toda la tierra hoy día? Esto comenzó con una mala elección entre dos árboles.
Considere esta instrucción directa a nuestros padres originales: “Y el Eterno Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y el Eterno Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal ” (Gen. 2:8-9).
Dios le advirtió a Adán que el comer del segundo árbol traería muerte: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Gen. 2:17). Dios explicó: “…pues polvo eres, y al polvo volverás” (3:19).
Este bien conocido pero poco comprendido relato del Huerto del Edén tiene la clave. En este, Adán y Eva hicieron una elección fatídica. El relato de Génesis 3 dice así: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que el Eterno Dios había hecho” (vs. 1).
El mundo ignora una gran verdad que cubre todo lo que sucede en este planeta. Apocalipsis 12:9 declara: “Satanás…engaña al mundo entero”. II Corintios 4:4 revela que él es “el dios de este mundo”. Este versículo muestra que el diablo es astuto, ingenioso — muy sutil en su conducta — haciéndolo muy efectivo en su atracción a Eva. (Lea nuestros dos folletos gratuitos ¿Quién es el Diablo? y Un mundo en cautiverio para aprender acerca de este gran espíritu caído y de su influencia en la civilización.)
Continuando con el relato de Génesis: “la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocareis, para que no muráis. Entonces la serpiente le dijo a la mujer: NO moriréis” (vs. 1-4).
El diablo le mintió a Eva. Ella le creyó y pudo guiar a Adán a pecar con ella. Satanás les dijo: “Ustedes no morirán” — en otras palabras, “ustedes tienen almas inmortales”. ¡Él le ha estado mintiendo a toda la humanidad desde entonces!
Satanás continuó: “sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” (vs. 5-7).
El diablo los hizo rechazar — no creer en — la advertencia de Dios en Génesis 2:16-17. Su engaño llevó a estos dos niños adultos a creer que ya no necesitaban oír más a su Padre. La naturaleza humana entró. Echados fuera del huerto, fueron forzados a valerse por sí mismos.
Satanás los convenció de que ellos podían convertirse en “dioses” (el hebreo usado aquí también es Elohim) apelando al orgullo humano — la vanidad. Él los convenció de que sus mentes estaban completas lejos de Dios. Ellos le creyeron y tomaron para sí mismos la prerrogativa de Dios para determinar el bien y el mal. Sus mentes perfectas humanas se corrompieron con la vanidad, la cual los capturó y los elevó.
Este relato representa una decisión fatal. ¡La humanidad fue enfrentada a una decisión de largo alcance, entre el Camino de Dios, el cual lleva hacia la vida eterna , o el camino del diablo, el cual lleva a la muerte !
Poniendo a Dios a prueba
Adán y Eva se confundieron respecto a si debían escuchar a Satanás o a Dios. Ellos no podían estar seguros de que Dios les estaba diciendo la verdad a menos que lo pusieran a prueba. En cierto sentido, Adán y Eva realizaron el primer experimento del mundo.
Al rechazar las instrucciones reveladas de Dios, Adán usó razonamiento humano, observación y experimentación. Solamente con su mente y con el diablo guiándolo, procedió a comer del “árbol de la ciencia del bien y del mal”. Él pensó que sabía más que Dios; tomó para sí el derecho de decidir entre lo que era correcto (el bien) y lo que estaba equivocado (el mal). Pensó que podía confiar en sus propios sentidos físicos.
En ese sentido, la decisión de Adán y Eva sí les “abrió los ojos” (Gen. 3:7) — pero no a las cosas de Dios. El espíritu de rebeldía entró en ellos por primera vez. El espíritu maligno de la influencia de Satanás entró en sus mentes con la primera apariencia de “naturaleza humana”. Es así como fueron “abiertos” los ojos a ellos. (Lea nuestro folleto gratuito ¿Creó Dios la naturaleza humana? para entender lo que esto significó.)
Adán y Eva aislados
Con esta decisión, Adán se cortó completamente a sí mismo, y cortó a toda la humanidad, del acceso a Dios. Este OTRO árbol ha estado guiando los pensamientos de los hombres y las naciones desde la fatal decisión de Adán. Nosotros debemos entender lo que esto significa para nosotros. Como él rechazó a Dios y al árbol de la vida, Adán fue rechazado por Dios y echado fuera del huerto. ¡La humanidad fue echada fuera con él hacia el mundo de Satanás!
La decisión de Adán eliminó cualquier oportunidad posterior de adquirir conocimiento espiritual. Por lo tanto, su entendimiento permaneció limitado a lo que él podía aprender a través de los cinco sentidos físicos — y lo dejó abierto para las transmisiones de Satanás (Efe. 2:2). ¡La naturaleza humana nació!
Escogiendo una mezcla
Note que el árbol equivocado representaba conocimiento que era tanto “bueno y malo”. El árbol no era completamente malo — ¡este contenía una mezcla de conocimiento bueno y malo! Esto es igual con los gobiernos, las filosofías, los sistemas educacionales, las religiones y las iglesias de este mundo. Algunas tienen pequeñas cantidades de conocimiento verdadero (“bueno”), mezclado con mucho conocimiento falso (“malo”).
Por 6,000 años, Dios les ha dicho a Sus siervos que eviten mezclar la verdad con el error. Él advirtió que el comer del árbol equivocado resultaría en muerte. Adán no le creyó a Dios, y murió — aislado de Dios. ¡La advertencia para nosotros es la misma!
Cuando yo estaba aprendiendo la verdad en 1966, me fue enseñada una analogía que yo no había considerado anteriormente y que no he olvidado desde entonces: Imagine un delicioso pastel rociado solamente con una pequeña cantidad de arsénico, cianuro o estricnina, aunque los demás sean sólo ingredientes buenos y saludables. El comer este pastel siempre resultará en la muerte.
Los ingredientes buenos no serían suficientes para sobrepasar el veneno escondido en el pastel. La humanidad escogió el pastel rociado con veneno y ha permanecido aislada de Dios desde entonces.
Dios, no los hombres, ¡determina lo bueno de lo malo! Los hombres pueden decidir SI ellos van a hacer lo bueno o lo malo — pero ¡nunca DETERMINAN lo que es correcto o incorrecto! Satanás convenció a Adán de que él debía tomar para sí mismo el poder para tomar esta decisión.
La humanidad ha estado realizando sus propios experimentos “científicos” desde entonces. Como con el pastel, ¡el resultado aún es mortal!
La gran ley de causa y efecto
Todos entienden la ley de la gravedad. Todos reconocen que si quebrantan esta ley, ésta los puede “romper” a ellos. Si alguien accidentalmente deja caer un ladrillo sobre su pie, el resultado puede ser unos huesos rotos. Si un paracaidista salta de un avión, y el paracaídas fracasa en abrirse, el resultado seguramente será la muerte.
Aunque muchos jamás identifican la causa y el efecto como una ley inmutable que gobierna casi toda acción en la vida, las personas sí están conscientes de que es un principio general que trabaja en ciertas circunstancias.
Todo efecto puede ser trazado a una o más causas. Embarazos ilegítimos o no deseados, crimen, adicción a las drogas, bancarrota y miles de efectos más pueden ser vinculados a causas específicas.
Proverbios 26:2 enseña: “…la maldición nunca vendrá sin causa”. Este versículo revela que las causas traen efectos. Solamente muy pocas cosas son producto de la casualidad.
¿Por qué la humanidad no puede ver esta ley en acción cuando observa al mundo como un todo? ¿Por qué nadie busca la CAUSA de los males y los problemas de este mundo? ¿Por qué los educadores no están enseñando el más grande de todos los principios? Observe al mundo. ¿Se pregunta usted por qué es que está lleno de miseria, infelicidad y descontento? Hasta el supuesto cristianismo ha ignorado casi completamente la relación entre la causa y el efecto.
La causa de todos los problemas del mundo comenzó en el Huerto del Edén. Tan simple como suena, así es la verdad. El mundo ignora la decisión hecha por Adán y Eva. Ellos eligieron no comer del árbol de la vida, y en cambio, eligieron comer del árbol de la ciencia del bien y del mal.
¿Se ha preguntado usted qué habría sucedido si solamente dos personas hubieran escogido del árbol de la vida? Piense cómo eso habría cambiado al mundo de hoy. ¡Todo sería diferente!
No habría ejércitos, guerras, muerte, devastación o desplazamiento de personas. No habría hambre ni escasez porque habría abundancia de alimento para todos. No habría doctores, porque no habría enfermedades. Los hospitales y las clínicas no existirían. Tampoco existirían las prisiones, las cárceles, los jueces ni fuerzas policíacas que existen hoy para castigar a los quebrantadores de la ley.
La felicidad universal, la abundancia, la prosperidad, la paz y la armonía abundarían por todo el mundo. Todas las personas se llevarían bien — vecinos, familias, individuos y naciones. ¿Se puede usted imaginar un mundo así?
Cuando Adán y Eva tomaron la decisión equivocada, ¡esto nos afectó directamente a usted y a mí! Una mala decisión — la CAUSA — ¡produjo EFECTOS trágicos indecibles! No complique la simplicidad del registro de la Biblia.
La decisión de ellos fue rechazar la LEY perfecta de Dios (Rom. 7:12, 14) y Su autoridad — Su gobierno — como guía en sus vidas, y prefirieron rendirse a Satanás y a su camino de pecado. Por causa del pecado, ellos ya no tenían más acceso a las bendiciones de Dios, a Su guía, Su protección o al don de Su Espíritu Santo, el cual habría llegado al comer del árbol de la vida.
La mente carnal
Hay una razón relacionada por la cual la ley de causa y efecto ha agobiado al mundo con problemas irresolubles. Debemos reconocer otra clave vital que explica por qué el mundo está en su actual condición.
Leímos anteriormente que la naturaleza humana apareció cuando los ojos de Adán y Eva fueron “abiertos”. Pablo, en su carta a los Romanos, hace una sorprendente declaración: “Por cuanto los designios de la carne [la mente física] son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden” (8:7). Otras traducciones usan la frase “son enemigos de Dios” en lugar de “son enemistad contra Dios”.
Este versículo ofrece asombroso entendimiento de cómo trabaja la mente física — carnal — de todas las personas. Apartada de Dios, la mente natural es Su enemiga — ¡odia a Dios! ¡Piense! ¿Le ha sugerido esto algún ministro o teólogo alguna vez, sin mencionar que se lo hayan explicado?
¡NO! ¡Los líderes religiosos de este mundo ya sea ignoran totalmente este conocimiento o no reconocen sus amplias implicaciones!
La mente natural no quiere (incluso ODIA) rendirse a Dios y obedecer Su ley. Aunque muchos profesan “amar a Dios”, la verdad es que sus mentes odian naturalmente Su camino y se rehúsan a obedecerle.
Ahora, he aquí por qué muchos no pueden reconocerlo ni lo reconocerán: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jer. 17:9).
Esta es una declaración absolutamente asombrosa. Considérela cuidadosamente. Por encima de todas las cualidades de la naturaleza humana — vanidad, celos, codicia, avaricia, orgullo, necedad, odio, etc. — Dios revela que el engaño sobrepasa a todas.
Por algo Jeremías escribió también: “Conozco, oh Eterno, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos” (10:23).
Esta es otra declaración increíble. Cuando son enfrentados a problemas o a decisiones importantes, los hombres simplemente no saben qué hacer. Ellos están perdidos en cuanto a cómo afrontar y cómo resolver los desafíos, las dificultades y los problemas en sus vidas personales. Puesto de otra forma, ellos no saben cómo dirigir sus pasos.
¿Como podrían ellos entonces resolver problemas mucho más grandes y complejos que abarcan a la civilización de hoy? Ellos no pueden. Las soluciones producidas por el razonamiento humano siempre generan más problemas. Ya veremos por qué.
La causa espiritual correcta
¿Podría el Ser que creó a la humanidad, el Ser que dice que Él “es amor” (I Juan. 4:8, 16), dejar sin explicar la suprema importancia del amor dentro de Su Plan? ¿Se habría negado Él a explicar el principio de causa y efecto?
Hablando claro, solamente hay dos caminos diferentes de vida. Uno es el camino del “dar ” — el camino del amor y de la preocupación por los demás — el Camino de Dios. El otro es el camino del “obtener ” — el camino del egoísmo y el interés por uno mismo — el camino de este mundo. El amor es paciente, bondadoso y considerado. Éste comparte, coopera, sirve y ayuda. Cristo enseñó que era “mas bienaventurado DAR que recibir” (Hechos 20:35).
El camino de amor es una gran ley espiritual invisible que guarda a todos aquellos que la guardan ¡y quebranta a aquellos que la quebrantan! Esta es inexorable y vinculante en todo aspecto y relación en la vida. Como la ley de la gravedad, usted no puede verla, pero usted puede ver los efectos de quebrantarla.
Este mundo está basado en el camino del “obtener” en vez del camino del “dar”, ¡el cual es el Camino de Dios! Las personas se esfuerzan constantemente para “obtener” más — para acumular — para acopiar para ellas mismas a lo largo de sus vidas.
Esto viola el Décimo Mandamiento, el cual prohíbe codiciar. Note lo que Dios dice de Su pueblo, y de todas las naciones, en una profecía dirigida a aquellos que estén vivos al final de la era: “Porque desde el mas chico de ellos hasta el mas grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores” (Jer. 6:13). Dos capítulos después, hay una declaración casi idéntica, con la excepción de que Dios también advierte del horroroso castigo que Él traerá por causa de esta actitud mundial.
Dios quería que Adán tomara del árbol de la vida para que pudiera disfrutar de todos los placeres de la vida. Dios tuvo que haberle explicado esto, porque Él le dijo que violar Su mandamiento básico resultaría en su muerte.
Si Adán hubiera comido del árbol de la vida, habría recibido el Espíritu de Dios. Habría aprendido el camino del amor — el camino del “dar” — en vez del camino del “obtener”.
El amor definido
Pablo escribió: “…porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Rom. 5:5).
¿Cual es la definición bíblica de amor?
Juan escribió: “Pues este es el amor de Dios [aquí viene la definición], que guardemos sus mandamientos ; y sus mandamientos no son gravosos” (I Juan 5:3). No obstante, muchos de quienes reclaman tener amor creen que los mandamientos son gravosos. Dios dice que no lo son. Él llama a Su Ley “santa, justa, buena y espiritual” (Rom. 7:12, 14).
Pablo explica que los mandamientos y la ley son lo mismo: “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor ” (Rom. 13:10). La Biblia define claramente el amor como “el cumplimiento de la ley”. El guardar los mandamientos es cumplir la ley — y esto “no hace mal al prójimo ”.
La Biblia habla del “Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen ” (Hechos 5:32). Los cristianos verdaderos obedecen la Ley espiritual de Dios. Jesús jamás enseñó que nosotros solamente debíamos “creer en Él” para ser salvos. Cuando se le preguntó que era necesario “hacer” para obtener la “vida eterna” — ser salvo — Cristo no dijo: “Solamente crean en Mi”. Él dijo: “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos ” (Mat. 19:17).
Es posible obedecer a Dios. El mundo se resiste a esto o lo ignora porque los ministros y teólogos enseñan que esto no es posible, o que Cristo lo hizo por ellos. No obstante, “el amor es el cumplimiento de la ley ”. Romanos 8:6 dice: “Porque el ocuparse de la carne [lo físico] es muerte; pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz ”.
¡Entienda bien! “El pecado es la infracción de la ley ” (I Juan 3:4), y “la paga del pecado es muerte” (Rom. 6:23). Hay una causa para cada efecto.
Adán enfrentó la elección de creer y aceptar el conocimiento de Dios. A él se le ofreció libremente la vida eterna. El comer del árbol de la vida habría causado que Dios engendrara una nueva vida en él — a través del Espíritu Santo. Si él hubiera recibido el Espíritu de Dios, habría tenido vida inherente dentro de él. Hubiera practicado el camino de “amor”, el cual viene con la recepción del Espíritu Santo. Habría conocido el camino a la paz, la felicidad, la abundancia y la prosperidad.
A Adán le habría sido dado acceso a enormes cantidades de conocimiento revelado que nunca podría haber descubierto por sí mismo. A él le habría sido enseñada la diferencia entre los valores verdaderos y falsos. Habría entendido el origen del universo, con mucho conocimiento espiritual importante — incluyendo el propósito de su vida. No habría tenido que experimentar, teorizar, y adivinar continuamente lo que es bueno y lo que es malo y por qué las cosas son como son — solamente para continuar confundido con sus investigaciones.
Él nunca habría conducido imprudentemente un experimento que ¡terminó con su muerte!
Creado para obtener conocimiento
Dios les dio a Adán y Eva “dominio” sobre la tierra (Gen. 1:26). Esto significaba que el hombre podría y necesitaría aprender y producir — generar — mucho conocimiento mientras sojuzgara la tierra.
Dios diseñó a los seres humanos con mentes que pudieran crear, ingeniar, razonar, observar y experimentar. A través de esta habilidad inherente de razonar, el conocimiento físico podía ser procesado. Esto era bueno y correcto en tanto fuera usado dentro del marco que Dios pretendía.
El problema de Adán y Eva fue que ellos razonaron que todo tipo de conocimiento necesario para la salvación podía ser obtenido por cuenta propia, a través de experimentación. Una vez que ellos se salieron del CAMINO establecido por Dios, ya no tuvieron esperanza de llegar al destino que Él tenía para ellos — y tampoco la tiene la humanidad, la cual siguió esa elección. Una vez que Adán y Eva aceptaron la premisa incorrecta como el punto de partida, de que podían razonar todo por su propia cuenta, ¡quedaron destinados a fracasar!
La acumulación de vastas cantidades de conocimiento, en un periodo de 6,000 años, no ha cambiado — ni puede cambiar — el hecho que la humanidad va en dirección equivocada.
Conocimiento revelado
Cada artefacto o producto sofisticado o técnico viene con un instructivo. Sin este, el propietario encontraría inútil el objeto. Él no sabría cómo operarlo apropiadamente. Tampoco podría repararlo o darle mantenimiento.
Una vez más, Dios dio un Instructivo — la Biblia — el cual contiene conocimiento vital revelado . Este explica cómo vivir, no solamente cómo ganarnos la vida. Éste explica la historia, la profecía, importante conocimiento de doctrina y miles de puntos y principios más que gobiernan todo aspecto de la vida.
Ahora entienda. La Biblia jamás fue diseñada para contener TODO el conocimiento, sino solamente el que es necesario para la salvación — conocimiento que el hombre no puede descubrir a través de métodos humanos, razonamiento, experimentación, análisis y observación. La Biblia no fue dada con la intención de enseñarle a la humanidad cómo diseñar maravillas de ingeniería, telescopios que puedan alcanzar los confines lejanos del universo o computadoras que puedan realizar trillones de cálculos por segundo.
A los hombres les fue dada la capacidad de razonar y diseñar estos y muchos otros inventos técnicos altamente complejos. La educación en el conocimiento físico es importante.
He aquí por qué. La mayor parte de la población del mundo vive en pobreza extrema, enfermedad, suciedad, miseria y analfabetismo. A ellos les falta la educación más fundamental que las desarrolladas naciones “acaudaladas” disfrutan. Por tanto, la educación básica puede conducir a avances y progresos físicos para la civilización.
Pero seguramente 6,000 años de miseria, infelicidad y todo mal, enfermedad y problema concebibles que la humanidad ha sufrido, debieran decirle al mundo que debe atender cuidadosamente al Instructivo de conocimiento espiritual revelado, el cual ha ignorado. No obstante, el hombre continúa rechazando la revelación espiritual de Dios.
Sin embargo, apartado del camino y canal correctos poder entender espiritualmente la causa y efecto y las leyes reveladas de Dios, el hombre aún posee el poder del razonamiento humano físico, el cual, tristemente ha llevado a armas de destrucción masiva y de terror, a crueldad, esclavitud, represión, contaminación, crimen, confusión religiosa y mucho más.
De aquí que la miseria y los problemas del hombre se agraven y aumenten a cada momento.
Pero recuerde, el proceso de creación espiritual de Dios aún está en proceso. ¡Aún no está completo!
Producto de la hechura de Dios
Continuemos examinando el cuadro más grande del propósito de Dios.
Usted no es el primero en interesarse en el Plan general de Dios — o en preguntarse por qué existe usted. Job hizo la misma pregunta: “Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?” (Job 14:14).
Dios lo inspiró a responder su propia pregunta: “Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi liberación. Entonces llamarás, y yo te responderé; Tendrás afecto a la hechura de tus manos” (vs. 14-15).
Job reconoció que él era “obra de las manos de Dios”. Sabía que Dios “deseaba” cierto propósito, el cual involucraba un proceso que estaba en curso dentro de él. Entendía que un día Dios lo “llamaría” de la tumba, y que él “respondería” cumpliendo así su propósito.
Este es conocimiento importante que solamente podría ser revelado por Dios. Job no podría haberlo sabido de otra forma.
Dios está trabajando en aquellos a quienes Él ha llamado. Él está moldeando, formando, y edificando dentro de ellos un carácter santo y justo — Su propio carácter. Note: “Ahora pues, Eterno, tú eres nuestro Padre; nosotros barro , y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros” (Isa. 64:8).
Trágicamente, muchos no le permitirán a Dios que trabaje con ellos. Ellos pelean contra Su propósito . Piensan que saben más que el Dios que los hizo. Muchos se rehúsan a que les sea dicho qué hacer y a ser barro en las manos de Dios. Ese fue el problema de Adán.
Isaías también escribió: “¡Ay del que pleitea con su Hacedor! El tiesto con los tiestos de la tierra. ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?; o tu obra : [Dios] No tiene manos?” (45:9).
La mayoría de las personas no tienen la menor idea de que Dios trabaja activamente dentro de los seres humanos a los que Él ha llamado — ni de lo que Él hace cuando trabaja en ellos. Una vez más, esto es conocimiento revelado espiritualmente, el cual no es alcanzable para aquellos a quienes Dios no ha llamado a Su verdad (Juan. 6:44, 65; 17:17).
Dios ahora está trabajando activamente en las mentes de aquellos pocos quienes tienen Su Espíritu Santo dentro de ellos (Hechos 2:38). Los humanos no nacen con el carácter de Dios. Y Dios no puede infundírselos instantáneamente a través de un mandato divino. El carácter debe ser desarrollado.
El verdadero cristiano aumenta en entendimiento y “crece en gracia y en conocimiento” (II Pedro 3:18). Soporta una vida de superación, porque está en entrenamiento para un propósito supremo. Aquellos llamados entienden que “…el que persevere hasta el fin, este será salvo ” (Mat. 24:13). (Lea nuestro articulo gratuito “Usted puede vencer y prevenir el pecado” para entender este proceso.)
El estudio bíblico y la oración sincera son parte del horario diario del cristiano. El que es llamado ha encontrado la “perla de gran precio” y está determinado a edificar el carácter espiritual y la naturaleza de Dios. Aunque esto no le ganará la salvación, sí es la sustancia de su carácter la que determina su galardón.
Pablo entendió como trabaja Dios en los cristianos. Él reconoció que la salvación (Rom. 6:23), e incluso la fe de recibirla, son dones gratuitos. Estos no pueden ser ganados. Pero esto no significa que Dios no esté trabajando activamente (requiriendo buenas obras) en los seres humanos, a medida que Él se reproduce a sí mismo .
Considere: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras , las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas ” (Efe. 2:8-10).
¿Entendió usted la frase que Pablo usó — “somos hechura suya”? ¿Qué podría ser más claro? ¡Dios tiene un Propósito en curso dentro de cada persona!
El versículo continúa diciendo que los cristianos deben “andar” en “buenas obras”. La falsa noción de “solamente creer en Jesús” frustra el Propósito Supremo de Dios de moldear a las personas a través de una hechura cuidadosa, como la que hace un alfarero con el barro.
La salvación aunque por “gracia…por medio de la fe”, involucra buenas obras. Esto significa que la salvación es un proceso y no algo que ocurre inmediatamente tras “darle su corazón a Jesús”.
Note qué más escribió Pablo acerca de este proceso que se esta llevando a cabo dentro de aquellos a quienes Dios llama: “Y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efe. 4:23-24). II Corintios 5:17 lo pone de esta forma: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es…”
¡Aquellos con los que Dios está trabajando son literalmente una nueva creación !
Aquel que sirve a Dios está siendo transformado en su mente. Él rinde su propia voluntad y busca remplazarla con la voluntad de Dios en todos los asuntos. Busca agradar a Dios — no a él mismo.
Nacido para edificar carácter
Cada persona a la que Dios llama se enfrenta a la misma elección que se enfrentaron Adán y Eva — rendirse a Dios y a Su gobierno o rendirse a Satanás y a su naturaleza.
Dios es un Padre. Él tiene un Hijo compuesto de Espíritu, pero después tendrá muchos hijos más (Rom. 8:19). Él se está reproduciendo a Sí mismo al desarrollar Su carácter en los seres humanos conquistados, rendidos y engendrados por el Espíritu. Así como los padres humanos engendran a sus hijos físicamente, Dios engendra a Sus hijos espiritualmente.
De la misma forma en que los niños crecen y se parecen a sus padres físicos, los hijos de Dios también adquieren lentamente la semejanza con su Padre, en carácter santo y justo — “naturaleza divina” (II Pedro 1:4). Pedro describió a los cristianos como “participantes de la naturaleza divina ” — la naturaleza de Dios. Está la naturaleza física de la creación, la naturaleza humana y la naturaleza de Dios. Dios está remodelando la naturaleza humana corrupta y carnal, hacia un maravilloso, glorioso, perfecto y santo carácter espiritual — ¡Su NATURALEZA DIVINA!
El carácter es entender — conocer — lo bueno y lo malo ¡y hacer lo bueno en vez de lo malo! Dios revela lo que es correcto, pero es a través del poder del libre albedrío, de decidir HACER lo que es correcto, que se desarrolla el carácter justo.
El carácter es elegir conscientemente el camino correcto, contra la resistencia. No es el camino fácil. Es nadar contra la corriente, en vez de dejarse llevar en la dirección que fluye. Es edificar amor, gozo, paz, longanimidad, bondad, benignidad, fe, mansedumbre, templanza (auto control), sabiduría, conocimiento, entendimiento y humildad. Esto toma tiempo, porque el carácter se desarrolla a través de experiencia.
Los animales no desarrollan ninguno de estos rasgos.
Dios tiene carácter perfecto en todos los sentidos. Él es amor. Recuerde, el amor es el cumplimiento de la ley (Rom. 13:10; I Juan 5:3), el cual requiere rendirse a Dios. Es el interés generoso y externo por otros, poniéndolos a ellos primero — antes del interés propio.
La naturaleza de Satanás es egoísta, interna y está interesada solamente en lo que es mejor para sí, o en cómo obtener más. Esta fue la actitud que él les inyectó a Adán y a Eva cuando ellos comieron del fruto prohibido.
¿Está captando usted que, aunque Dios hizo al hombre con la forma y la figura físicas de Él, la cuestión no termina allí?
Usted fue creado para convertirse como Dios — para desarrollar un carácter perfecto, santo y justo. Dios se está reproduciendo a Sí mismo en los seres humanos. Justo como usted es el hijo de sus padres, y posiblemente tiene hijos propios, Dios es su Padre. Una vez más, así como usted se parece físicamente a sus padres, y sus hijos se parecen a usted, Dios quiere que usted se vea como Él — ¡en carácter espiritual! En esta vida, Dios empieza a reformar y remodelar espiritualmente a aquellos a quienes Él llama. Su Propósito es edificar Su naturaleza dentro de ellos.
Así que entonces, Dios se está reproduciendo a Sí mismo en aquellos que han recibido Su Espíritu Santo. ¡Él está creando hijos que se parecerán y SERÁN tal como Él es! ¡La razón por la que usted existe es para edificar el mismo carácter de Dios! Pero hay más que entender.
Dios ha asignado 7,000 años — siete días mileniales — para llevar a cabo Su Plan “aquí abajo”. Nos estamos acercando al final del sexto día (6,000 años) asignado al hombre bajo Satanás. Cristo regresará pronto para establecer el gobierno de Dios y la perfecta ley espiritual en la tierra. Satanás será atado (Apo. 20:2) y ya no podrá influenciar más a este mundo hacia el mal y hacia la rebelión contra el conocimiento revelado de Dios.
Unos pocos van a rechazar a Dios, rehusándose a obedecerle. Ellos confiarán en sus mentes humanas y rechazarán la dimensión faltante del Espíritu de Dios, el cual los habría guiado hacia la vida eterna. Ellos rechazarán desarrollar justicia en sus vidas y escogerán permanecer incompletos — sin ser terminados en propósito y carácter.
Pero, ¿justicia de quién?
Es sumamente importante — absolutamente vital — entender que los cristianos solamente crecen a través de estar conectados a Cristo.
La Biblia habla frecuentemente de “Cristo en nosotros” (Gal. 2:20; 4:19; Col. 1:27; Efe. 3:17; II Cor. 13:5). Nosotros no hacemos el trabajo de edificar carácter. Jesucristo en nosotros lo hace. Entienda. El Padre guía este proceso en tanto cada persona permanezca en contacto con Él a través del Espíritu de Cristo (y Dios) en él.
Mantenga esto claro. No es algo que usted haga, por usted mismo, lo que produce obras de justicia. Romanos 10 advierte de aquellos quienes no entienden el papel de Dios en la edificación del carácter, en las buenas obras y en la justicia: “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios” (vs. 3).
Es un completo desperdicio de esfuerzos el edificar su propio carácter, sus propias obras de justicia. Esto no le gana nada con Dios. ¡Todo el crecimiento espiritual procede de Él! Pero usted debe hacer su parte en rendirse a Dios.
Pablo escribió: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios ” (I Cor. 3:9). Este es entendimiento profundo. Dios está edificando una Familia. Él es un Labrador. Los verdaderos cristianos son el producto de Su “labranza” — Su “hechura”.
DIOS, no ningún hombre, está edificando Su Iglesia. Cristo dijo, en Mateo 16:18: “edificaré Mi Iglesia”. No es sorpresa que Pablo escribiera: “vosotros sois edificio de Dios”. Sí, Dios está edificando algo especial dentro de aquellos a quienes Él llama, tal como Él está edificando Su Iglesia en general.
Por supuesto, todo edificio estable tiene un fundamento apropiado. Eso le permite permanecer sólido. En I Corintios 3:11, Pablo añade: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. Su vida debe estar siempre edificada sobre el fundamento estable y sólido de Cristo — ¡y Él debe estar obrando en usted!
Usted debe “nacer de nuevo”
Muchos cristianos profesos creen que ellos “nacen de nuevo” en esta vida. Invariablemente, ellos creen que esto viene inmediatamente después “recibir a Jesús”. Esto no es lo que la Biblia enseña.
Pablo declaró que: “…la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio” (I Cor. 15:50-51). Este conocimiento ciertamente es un misterio para muchos.
Una serie de versículos en Juan 3 es comúnmente malentendida por las personas que creen que pueden “nacer de nuevo” en esta vida y “ver” el reino de Dios mientras aún están compuestas de carne y sangre.
En este relato, Nicodemo le preguntó a Cristo, quien respondió: “que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (v. 3). Luego, en el versículo 6, Él añadió: “Lo que es nacido de la carne, carne es ; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es ”.
La carne y la sangre no pueden entrar al reino de Dios — ¡pero el espíritu sí puede! Puesto que Cristo no quería dejar lugar para malos entendidos, Él comparó al espíritu con el viento. Al igual que el viento, el espíritu es invisible. Éste no puede ser visto. Solamente en la resurrección son cambiados todos los verdaderos cristianos de carne a espíritu — ¡nacen de nuevo ! (Lea cuidadosamente nuestros folletos gratuitos ¿Qué significa “nacer de nuevo”? y ¿Qué es el reino de Dios? para entender en detalle estas cruciales verdades doctrinales.)
A lo que usted se parecerá
Recuerde que Dios hizo a los seres humanos a Su “imagen” y “semejanza”. Pero este proceso no estará completo hasta la resurrección, cuando ya no estemos compuestos de “carne y sangre”.
Dios lo creó a usted para llegar a ser “como” Él en todo sentido. A través de la entrada de Su Espíritu en la mente de cada uno de Sus hijos recién convertidos, una nueva vida espiritual es engendrada. Un pequeño embrión engendrado espiritualmente comienza a existir. Déjeme repetir: De la misma forma en que un niño pequeño crece para parecerse a sus padres físicos, los hijos de Dios también adquieren gradualmente la semejanza espiritual de Dios (su Padre), en naturaleza y carácter, así como en imagen y forma (II Pedro 1:4).
¡Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento dejan esto absolutamente claro! Aunque muchos tienen una vaga idea de que los cristianos pueden ser “hijos de Dios”, nadie considera esto: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios … Amados, ahora somos hijos de Dios , y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él , porque le veremos tal como él es” (I Juan 3:1-2).
Luego Juan añade: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios” (v. 9). Nosotros un día seremos semejantes a Cristo. En ese tiempo, seremos nacidos de Dios. Romanos 8:16 declara que somos “hijos” de Dios y herederos con Cristo.
David entendió este punto mil años antes: “En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu SEMEJANZA” (Sal. 17:15).
David y Juan entendieron que, al igual que Job, ellos “despertarían” en la resurrección y se verían exactamente como Dios, en imagen, forma y carácter — ¡y estarían compuestos de espíritu!
Entonces — permítanme repetir también esto — Dios se está reproduciendo a Sí mismo en los seres humanos que han recibido Su Espíritu Santo. ¡Él está creando hijos que se verán y serán como Él!
Pablo amplía lo que Juan y David mencionaron cuando dijeron que los cristianos serán “como Él” — y que tendrán Su “semejanza”. Note: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde [Él viene aquí] también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya , por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas” (Fil. 3:20-21).
Este es un conocimiento sorprendente. ¡Nada se le compara! Pero dejémoslo incluso más claro.
La siguiente es una descripción directa de Jesucristo, ahora que Él existe en plena gloria. Medite al respecto, comprendiendo que usted se verá — será — como Él: “Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza” (Apo. 1:14-16).
Lo que esta asombrosa descripción revela acerca de su futuro no es mi opinión personal. ¡Es lo que su Biblia revela! Esto es lo que Pablo quiso decir al escribir: “Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial” (I Cor. 15:49). Aunque ahora estamos físicamente formados y diseñados como Dios, más adelante nos convertiremos en Espíritu y tomaremos la “imagen del celestial ”.
Capte esto. El propio Espíritu de Dios en nosotros nos permitirá despertar en la resurrección. Note Romanos 8:11: “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (también I Cor. 15 y I Tes. 4:13-18). Cristo fue levantado (resucitado) para regresar a Su posición al lado del Padre. Él había cumplido Su tarea de convertirse en el Salvador.
¡Ahora, entienda este punto! Es el mismo Espíritu que mora en nosotros desde el momento del engendramiento el que nos levantará (y levantará a todos aquellos engendrados de Dios) para unirnos a Dios en Su reino.
Así como el bebé recién engendrado crece en el vientre de la madre, el cristiano también debe crecer antes de que pueda dejar el vientre. Los cristianos han de crecer en esta vida. ¡A fin de recibir autoridad y poder divinos MÁS ADELANTE, como “coherederos con Cristo” (Rom. 8:17), ellos deben calificar AHORA, a través de edificar el carácter santo y justo de Dios en sus vidas!
Su asombroso futuro
El libro de hebreos revela el asombroso propósito de Dios con una claridad de cristal. El contexto comienza en el capítulo 1. Observe cómo se despliega el cuadro de lo que puede ser su asombroso futuro.
Primero, entienda que Dios creó ángeles para ser “espíritus ministradores” para asistir a los “herederos de la salvación” (vs. 14). Este es su papel dentro del Plan de Dios. A los ángeles no les es ofrecida membresía dentro de la Familia de Dios. Esta es la razón por la cual Satanás (como ángel caído) aborrece tanto la idea de que los pequeños, insignificantes y carnales hombres puedan recibir lo que a él nunca se le ha ofrecido ni podrá alcanzar.
Pablo cita de dos lugares en los Salmos: “Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí hijo” (Heb. 1:5). (Hebreos 2:5 describe la tierra bajo “sujeción de ángeles” ahora, pero deja claro que estos ángeles no gobernarán sobre “el mundo venidero”).
¡Dios jamás le ha dicho estas cosas a un ángel!
Luego, Pablo cita de otro Salmo, explicando cuál ha sido siempre el Propósito de Dios: “Tu trono , oh Dios, por el siglo del siglo, cetro de equidad es el cetro de Tu reino …” (vs. 8). Un cetro es una vara o báculo usado como símbolo de gobierno o autoridad — y en Su reino es Dios quien tiene todo el poder.
Finalmente, Pablo re-plantea la misma pregunta acerca de los ángeles: “Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” (vs. 13-14).
¡Esto coloca el escenario para lo que debemos entender! Comprendamos realmente el asombroso futuro que Dios ha preparado para todos aquellos quienes le sirven.
Esta asombrosa serie de versículos continúa en el capítulo 2 — y genera entendimiento e impacto. Pablo cita el Salmo 8:4-6. Allí, David hizo la pregunta más importante: “¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él?” (Heb. 2:6). Puesto que Dios es eterno y se sienta sobre el universo entero y tiene todo el poder bajo Su control, no es sorpresa que David formulara, y Pablo repitiera, esta pregunta.
La asombrosa respuesta está en el siguiente versículo: “Le hiciste [al hombre] un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de Tus Manos”.
Pablo explica además que Dios planea darles inmenso poder y autoridad a Sus Hijos: “todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas” (v. 8). Esto aún no ha sucedido — pero pronto sucederá, al Regreso de Cristo.
Cuando Dios dice que “todas las cosas” serán puestas bajo los pies del hombre, eso es lo que significa. El vasto universo, con todos sus cuatrillones de estrellas y un trillón de galaxias, será puesto bajo la autoridad de los hombres que hayan nacido dentro de la Familia de Dios. De hecho, la traducción Moffat rinde la palabra griega para “todas las cosas” como “el universo”.
¡Ese es un conocimiento asombroso! ¡Maravilloso más allá de la descripción! Tómese el tiempo para entenderlo verdaderamente ¡Saboree lo que puede ser su futuro! Esa es la razón por la cual usted existe — ¡y explica por qué nació usted!
Antes de continuar, considere un versículo fascinante acerca de otro aspecto relacionado con la salvación, el cual pocos entienden. Hemos visto que a los cristianos les espera una salvación verdaderamente increíble. Pero, la creación entera también está esperando intensamente la aparición de todos esos nuevos hijos, los cuales serán añadidos a la Familia de Dios.
Lea cuidadosamente lo siguiente: “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación [todas las cosas en el universo conocido] fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios . Porque sabemos que toda la creación [todo] gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos [los cristianos], que tenemos las primicias del Espíritu [los pocos llamados ahora], nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción [nacimiento como hijos legitimos ]” (Rom. 8:19-23).
Todo futuro “hijo de Dios” será libertador de la creación que ahora está en esclavitud. Esto es parte de su llamamiento. La tierra, la luna y las estrellas, que ahora están heridas y en decadencia, pronto serán renovadas y regresadas a su estado de belleza, armonía y tranquilidad bajo el liderazgo de Cristo y los otros hijos de Dios.
Muchos hijos
Ahora podemos continuar con el importantísimo relato en Hebreos 2: “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria , perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos” (vs. 9-10).
¿Comprendió lo que fue dicho aquí? ¿Lo ve? Esos versículos contienen la promesa de un asombroso futuro disponible para la humanidad. Aquellos llamados en esta era han de heredar “todas las cosas” y serán “coronados con gloria y honra” a través sacrificio de Jesucristo — el “Autor de nuestra salvación”.
Estos versículos revelan el asombroso potencial planificado para todos los cristianos. Pablo revela que cuando Cristo regrese, “MUCHOS HIJOS” serán llevados “a la gloria”, a través de la obra del “Autor de nuestra salvación” (Heb. 2:10).
La Biblia revela una conexión entre hijos y herederos. Un heredero aún no ha heredado lo que le ha de ser dado. Leemos en I Corintios 15:50 que nosotros “heredaremos el reino de Dios”. Pero aquellos llamados ahora, en esta vida, son herederos — hijos engendrados (aún no nacidos). Pablo explica además: “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa…Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo” (Gál. 3:29; 4:7).
Dios compartirá el gobierno sobre toda Su creación con todos Sus Hijos. Cristo es simplemente el primero de muchos. Note: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos ” (Rom. 8:29).
El nacimiento de un primogénito no evita el nacimiento de hijos (e hijas) adicionales en la familia. Yo tengo dos hijos y soy el primogénito con un hermano menor. Mi padre era el segundo hijo de su familia, con lo cual tenía un hermano mayor, y así sucesivamente. Usted ve el punto.
Continuando en Hebreos 2, note que Cristo “…no se avergüenza de llamarlos [a los otros muchos hijos — nosotros] hermanos” (v. 11). Verdaderamente, el cristiano engendrado ha sido llamado para “gloria” y para ser uno de “muchos hijos”. El sufrimiento y el sacrificio de Cristo le permiten a Él ser el Autor de la salvación de ellos — ¡y potencialmente de la suya!
Qué futuro tan asombroso para aquellos a quienes Cristo “llama… hermanos”. Note una vez más: “Porque el que santifica [Cristo] y los que son santificados [los cristianos engendrados], de uno son todos: por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos”. (vs. 11). No habrá diferencia entre Cristo y Sus hermanos y hermanas menores, excepto que Él tendrá mayor autoridad general dentro del reino de Dios.
Los cristianos son “santificados” (apartados) ¿Cómo? Juan declaró: “Santifícalos [a los cristianos engendrados] en tu verdad: Tu palabra es verdad ” (Juan 17:17). ¡Este folleto le ha enseñado a usted la verdad acerca de por qué existe!
Las muy queridas tradiciones y fábulas de hombres, acerca de la vida después de la muerte, o acerca de cualquier otra cosa, no tienen valor. La verdad de la Biblia es el único conocimiento de valor permanente. Los cristianos, habiendo salido de un mundo engañado y confundido, son apartados del mundo por la verdad .
Si Cristo “no se avergüenza de llamarlos (llamarnos) hermanos”, entonces nosotros, los hijos engendrados de Dios, no debemos avergonzarnos al defender la verdad que nos santifica — y la verdad del evangelio (Fil. 1:17). Nosotros debemos “crecer” en Cristo (Efe. 4:13) y apegarnos a las verdaderas doctrinas de Dios. Nosotros debemos calificar para estar al lado de Cristo sobre “todas las cosas”.
¿Ve usted lo que ha sido descrito aquí? La meta cristiana es nacer dentro del reino de Dios — convertirse en un ser espiritual inmortal que gobernará bajo Cristo. ¿Qué podría ser más maravilloso — más GLORIOSO — de esperar?
El papel del sufrimiento
Anteriormente, este folleto habló acerca del terrible sufrimiento, miseria y de los problemas irresolubles de un mundo cortado de Dios. Su misericordia muy pronto cortará esto, y lo traerá a un final. Los 6,000 años permitidos al hombre bajo Satanás terminarán pronto, y a todos los seres humanos les será enseñado por qué nacieron.
Pero, ¿por qué ha sido necesario un sufrimiento tan terrible — y por tanto tiempo? ¿Qué propósito ha tenido éste en el Plan Maestro de Dios?
¡Mucho! Leemos que Cristo, como el “Autor de nuestra salvación”, fue “perfeccionado a través de sufrimientos ”. Es crucial entender por qué se le requirió a Cristo sufrir.
Hebreos 5:8-9 lo explica claramente: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia ; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser el autor de la eterna salvación para todos los que le obedecen”.
Qué versículo tan profundamente importante de entender. El sufrimiento pone en marcha el mecanismo del aprendizaje espiritual. Cuando las personas sufren, ¡ellas aprenden (Ecl. 7:14)! Las personas ganan experiencia — aprenden lecciones. Esto es sumamente importante para el proceso de desarrollar carácter — ¡para cumplir su propósito de existencia!
Incluso Cristo aprendió a través del sufrimiento. Esto le permitió a Él ser “Autor” de la salvación de los muchos hijos que Dios añadirá a Su familia.
¿Puede usted entender ahora por qué el mundo debe sufrir? ¿Puede usted comprender ahora que es a través de la difícil y dolorosa experiencia que las personas entenderán eventualmente las lecciones más profundas de la vida?
Por supuesto, la lección más profunda de todas es que los hombres deben reconocer que no pueden alcanzar nada — no pueden lograr NADA — separados de Dios. Ellos necesitan desesperadamente conocimiento espiritual revelado , ¡a fin de que puedan entrar en armonía con el asombroso Propósito de Dios de reproducirse a Sí Mismo!
Pablo les escribió a los Filipenses que él (Pablo) quería conocer a Cristo “…y la participación de sus padecimientos ”, para que “…en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos” (3:10-11). Esta es la razón por la que él les dijo a los Efesios: “Y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio [el cual involucra la necesidad de sufrir a fin de aprender] escondido desde los siglos de Dios, que creó todas las cosas…Conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor” (3:9, 11).
El Plan de Dios verdaderamente es un misterio para este mundo, pero Su propósito no ha cambiado desde el principio del mundo.
¡Usted ahora entiende cómo puede ser parte de éste!
¡Por qué existe usted!
He aquí cómo Herbert W. Armstrong concluyó su folleto ¿Por qué NACIÓ usted? El subtitulo es de él:
¡Ahora entienda por qué nació usted!
“El propósito de la vida es que en nosotros Dios está realmente recreando Su propia especie — reproduciéndose a Sí mismo según Su propia especie — porque nosotros, tras la verdadera conversión, somos realmente engendrados (aún no nacidos) como hijos de Dios. Entonces, a través del estudio de la revelación de Dios en Su Palabra, de vivir por cada una de Sus Palabras, de oración constante y de experiencia diaria con pruebas y dificultades, crecemos espiritualmente, para asemejarnos más y más a Dios, hasta que, al momento de la resurrección seamos cambiados instantáneamente de mortales a inmortales — compuestos de Espíritu — y así nazcamos de Dios — verdaderamente ¡nacidos en la Familia de Dios !”
“Porque, recuerde, la palabra ‘Dios’ en Génesis 1:1, viene a nosotros de la palabra Hebrea Elohim. Elohim significa un Dios — no muchos dioses. Pero ese único Dios es una Familia divina — un Reino . Solamente hay una verdadera Iglesia — una Iglesia, pero muchos miembros (I Cor. 12:20)”.
“Lo mismo es cierto de Dios”.
“Como una ilustración, en este mundo material está el reino mineral, el reino vegetal, el reino animal, el reino humano. Espiritualmente, está el reino angelical, y, más arriba de todo, el Reino de Dios. Un humano — carne y sangre — no puede entrar al reino de Dios (Juan 3:6; I Cor. 15:50), pero uno nacido de Dios sí puede”.
El fantástico, increíble potencial
“¿Lo comprende usted realmente? El propósito de que usted esté vivo es que usted finalmente nazca en el Reino de Dios, el cual es la Familia divina de Dios”.
“Cuando usted comprenda plenamente esta tremenda y maravillosa verdad, su mente se llenará con gozo y gloria trascendentales. Esto le da un nuevo significado a la vida, tan maravilloso que usted nunca comprenderá lo más grande de su esplendor”.
“Esto significa, por supuesto, una renuncia total, una negación, a aquellas cosas injuriosas y a los caminos que falsamente han parecido tan brillantes y encantadores para este mundo”.
“Pero sus ojos serán abiertos finalmente al gran engaño — las escamas caerán de su cegada visión — usted verá el significado de la vida, su gran propósito, como usted nunca soñó que sería. El apartarse de los males, las tentaciones y las trampas de este mundo — de sus asechanzas y engaños, los cuales han brillado y luego solamente han terminado en dolor y sufrimiento — es como emerger de la absoluta oscuridad al esplendor de la verdadera luz, de la felicidad y del gozo para siempre”.
“En las palabras de I Pedro 1:18, ¡usted tendrá ‘gozo inefable y lleno de gloria ’!”