Satanas y sus demonios no pueden morir. Ellos son espíritus y fueron creados como seres inmortales (lea Lucas 20:36).
En Hebreos 2:14, el Apóstol Pablo escribió que Cristo iba a “destruir” a Satanas por medio de Su muerte. Sin embargo, el no estaba diciendo que Cristo iba a matar a Satanas. El Séptimo Diccionario Colegial Webster’s también define esta palabra destruir en esta forma: “neutralizar; a someterlo a una derrota aplastante.” La palabra traducida como destruir en este versículo es la palabra Griega “katargeo,” que significa “abolir, destruir, deshacer,” En I Juan 3:8, leemos, “Para este propósito el Hijo de Dios fue manifestado, para deshacer las obras del diablo.”
Dios echará a Satanas en el lago de fuego después del milenio (Apo. 20:10). Este versículo no dice que el estará ahí para siempre, pero que su tormento durará para siempre. El lago de fuego será apagado en el momento del establecimiento del cielo nuevo y la tierra nueva (Apo. 21:1). Pero Satanas y sus demonios serán castigados por toda la eternidad.
La Biblia solo insinua de la índole del castigo de Satanas y sus demonios. Judas 13 describe algunos de estos demonios como “estrellas errantes” [las estrellas representan angeles (Apo. 12:4)] para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.” Satanas y sus demonios serán desterrados por Dios del universo, para que nunca mas puedan influenciar a nadie.