Día 1: dominadas, flexiones, fila con dos brazos, hilera con mancuernas e hiperextensiones con pelota suiza. Día 2: prensa de banca con barra, prensa de banca inclinada con mancuernas, prensa de pecho, fondos con pesa y aperturas con polea. Día 3: sentadillas traseras, prensa de piernas, caminatas con estocadas, flexiones con una pierna y elevaciones de pantorrillas de pie.

Este es solo un pequeño avance del entrenamiento del actor Chris Hemsworth para interpretar al superhéroe de Marvel, Thor, según se publicó en la revista Muscle and Fitness. El artículo explicaba: “Hemsworth fue al gimnasio con el entrenador y ex marino de la Naval Duffy Gaver, quien aplicó un enfoque de culturismo de la vieja escuela — prestando especial atención a los brazos y hombros de Hemsworth... En total, Hemsworth ganó 20 libras, sentando las bases para un físico que ha mantenido en o cerca de su condición óptima para el papel recurrente de Thor…”

La dedicación del Sr. Hemsworth produjo un físico marcado digno del dios ficticio del trueno, como se ve en los videos de ejercicios que compartió en Instagram y en sus películas de gran recaudación.

Es posible que algo como lo anterior te venga a la mente cuando piensas en la masculinidad. Ese tipo de compromiso con la fuerza y la aptitud física es definitivamente impresionante, pero ¿es eso todo lo que implica ser un hombre?

Las tendencias han cambiado desde que empezamos a publicar Ambassador Youth en 2003. En aquel entonces, la visión común de la masculinidad del hombre era la siguiente — el tipo de héroe de acción machista. Esta sigue siendo una visión popular, pero ahora también hay arquetipos masculinos que son menos atléticos, más sensibles y tienden a quedar en segundo plano frente a las mujeres.

Ahora más que nunca, hay diferentes escuelas de pensamiento sobre qué es lo que hace que una apariencia sea masculina y qué modales y comportamientos debe emular un hombre. Probablemente puedas pensar en ciertas celebridades masculinas que usan ropa de género neutro, mientras que otros llegan incluso a usar ropa y maquillaje de mujer.

En las noticias se utilizan términos como masculinidad tóxica e igualdad de género. Algunos influencers en línea defienden lo que parece ser una visión más tradicional de la masculinidad, pero su contenido suele incluir un énfasis en la riqueza material y matices de misoginia.

En el mundo actual puede resultar difícil determinar qué es realmente la masculinidad. Sin embargo, como un joven de la Iglesia, tienes una ventaja que tus compañeros no tienen. Tienes un recurso perfecto para conocer tu rol de género: la Biblia.

En el principio, Dios creó al hombre y a la mujer (Gén. 1:27) y los diseñó con características únicas. Las Escrituras revelan principios eternos que puede aplicar para ser el hombre que Dios quiere que seas.

¿Qué tipo de fuerza?

Hacia el final de su vida, el rey David le dio a su hijo Salomón un encargo: “Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, pues, y sé hombre” (I Rey. 2:2).

La aceptación por parte de Salomón de su papel masculino fue tan importante que David abordó este tema en primer lugar, antes de abordar otros asuntos relacionados con el gobierno de Israel. Es evidente que David comprendía la visión de Dios sobre la masculinidad y se la había enseñado a Salomón desde su nacimiento. Es casi seguro que no era la primera vez que David le mencionaba esto a su hijo.

La vida y los escritos de estos dos grandes hombres de la Biblia, y de otros, pueden educarnos sobre la masculinidad.

Proverbios 20:29, escrito por Salomón, es uno de los versículos bíblicos más citados sobre la masculinidad: “La gloria de los jóvenes es su fuerza”. Lo citamos para enfatizar que los hombres jóvenes deben hacer ejercicio y estar en forma física. Los hombres están diseñados por Dios para ser físicamente más fuertes que las mujeres (I Ped. 3:7).

Si bien no es necesario convertirse en un fisicoculturista o un héroe de acción, debe aprovechar esta ventaja y cultivarla a través de actividades como deportes, ejercicios aeróbicos y entrenamiento con pesas.

Sin embargo, este versículo presenta una visión más matizada de la fuerza de lo que parece. Según la Concordancia Strong, la palabra hebrea que se usa aquí para “gloria” significa adorno, belleza y honor. Si eres físicamente fuerte, es maravilloso — pero recuerda que esto solo es un adorno de ser un hombre. Un adorno no es algo fundamental, sino algo que acentúa — piensa en un adorno para el jardín o en un adorno para el capó. La base sobre la que se coloca este adorno es un tipo diferente de fuerza.

La palabra “esfuérzate” que David usó en I Reyes 2 lo ilustra. Es más amplia que la palabra para fuerza física en Proverbios 20. Significa fortalecer, prevalecer, endurecer, ser fuerte, ser valiente, ser firme y ser resuelto (Esquema del uso bíblico). Todo esto habla de la fortaleza de su carácter. Un hombre muestra fuerza, coraje y firmeza a través de todos los desafíos de la vida.

En pocas palabras: Ser físicamente fuerte está lejos de ser todo lo que se necesita para ser un hombre.

Los versículos del Nuevo Testamento amplían la idea de cómo es un carácter fuerte. El apóstol Pablo escribió: “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable” (Tito 2:6-8). Cada palabra que aparece aquí podría ser un estudio bíblico personal para ti.

Pablo le dijo a Timoteo: “El ejercicio físico es bueno, pero el ejercicio para la piedad es mucho mejor” (I Tim. 4:8, Nueva Traducción Viviente).

Por supuesto, tener un carácter fuerte no es algo exclusivo de los hombres. Las mujeres también deben crecer para ser espiritualmente fuertes. Sin embargo, es una base fundamental sobre la que se deben construir otras áreas de la masculinidad.

Empuje

Una lección que podemos sacar de la vida de Salomón es la siguiente: Un hombre piadoso es ambicioso. No espere que le sucedan cosas buenas — sino que trabaje para desarrollarse. En Proverbios 1:5, el rey escribió: “Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo”. En Eclesiastés, añadió: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas” (9:10).

Es posible que aún no hayas encontrado lo que quieres hacer en tu carrera a largo plazo, pero cada aspecto de tu vida ya sea que te estés preparando para ser estudiante de primer año en la escuela secundaria o para tu primer año en la universidad, hay oportunidades para “aumentar el aprendizaje” y ejercer tu “fuerza” para obtener el máximo beneficio.

¿Cuáles son tus intereses? ¿Contribuyen a tu desarrollo personal como hombre o te distraen de ello? Si bien todos necesitamos tiempo para relajarnos y recargar energías, sé honesto contigo mismo. A pesar de todos los beneficios de la tecnología, nunca ha sido tan fácil perder el tiempo como hoy, por lo que debemos estar alerta (Efe. 5:16).

Cosas como aprender a conducir un automóvil, probar con la carpintería básica, leer un libro sobre cómo hablar en público, aprender a tocar un instrumento y muchas otras actividades pueden plantar semillas que se convertirán en habilidades rentables más adelante en la vida. Estas pueden resultar útiles cuando necesites un trabajo, se te presente la oportunidad de ayudar a alguien que lo necesite o simplemente quieras compartir una experiencia interesante con una dama en una cita. Toma el tiempo para investigar las habilidades que quieres desarrollar. Habla de tus aspiraciones con otras personas. Habla de esas cosas con tu padre y otros adultos a los que respetes y pregúntales cómo se convirtieron en personas exitosas en la vida.

No subestimes lo que es posible para un hombre piadoso. Sí, Salomón recibió un don especial de sabiduría de Dios, pero esa misma sabiduría está disponible para ti hoy. Lee Santiago 1:5.

Es aconsejable adquirir conocimientos básicos de habilidades que la gente asocia con los hombres, como trabajar en el jardín, hacer reparaciones en el hogar, levantar objetos pesados, cortar leña y asar un bistec. Estas son excelentes maneras de servir a los demás.

No tengas miedo de aprender también cosas que la gente suele asociar más con las mujeres: coser un botón, cocinar una comida, plantar un jardín de flores, etc. Si bien su esposa algún día te ayudará con cosas que no son sus puntos fuertes naturales, ser una persona polifacética mientras tanto solo te ayudará. Además, ten en cuenta que tu esposa no será tu sirvienta ni tu madre. Ella apreciará que te involucres y le ayudes en áreas que quedan fuera de lo que la gente suele considerar como el dominio de un hombre.

Una advertencia importante: Salomón llevó su ambición demasiado lejos. El libro de Eclesiastés cuenta la historia de cómo sus actividades se convirtieron en una búsqueda desenfrenada de placeres, la acumulación de riquezas y el alejamiento de Dios. Tu no quieres ser rico, famoso o exitoso para tu propio beneficio. Asegura que tus objetivos estén alineados con la voluntad de Dios.

Liderazgo

Dios diseñó a los hombres para que fueran esposos y padres. Si bien, como adolescente, tienes tiempo para que estos roles se conviertan en realidad, comprenderlos te dará una idea de la visión correcta de los hombres. Muchos de los hombres más destacados de la Biblia fueron esposos y padres.

Efesios 5:22 les dice a las esposas que “estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor”. Para que tu futura esposa se sujete a ti, debes ser digno de esa sujeción. Debes estar creciendo como líder ahora. El siguiente versículo pone esto en perspectiva: “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia” (vs. 23). Desarrollar un liderazgo como el de Cristo no es algo en lo que se empiece a trabajar solo después de decir “acepto” — es una búsqueda que dura toda la vida.

Esto no sólo implica lo que la gente considera las cualidades tradicionales de un líder. El pasaje continúa: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella… Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos” (vs. 25-28). Un marido no gobierna a su esposa con puño de hierro. Se ocupa de sus necesidades, la protege y la ayuda a alcanzar su máximo potencial como mujer. Es vital que tenga esto en cuenta mientras espera el matrimonio.

Efesios 6:4 aborda el papel del padre. También contiene un principio en el que podemos pensar ahora: “Padres, no exasperéis a vuestros hijos; más bien, criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Nueva Versión Internacional). Un hombre piadoso es un maestro. Para poder capacitar e instruir más adelante es necesario prepararse ahora.

El hombre también es proveedor. Provee para su familia. Aunque está bien que las esposas y madres también trabajen, la responsabilidad principal recae sobre el hombre. I Timoteo 5:8 dice: “Si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo”.

Estos roles — líder, maestro, proveedor — deben permanecer presentes en su mente durante toda la vida. Lee nuestro folleto Usted puede construir un matrimonio feliz para comprender mejor estos roles futuros ahora que eres joven.

Empatía

David y Salomón fueron guiados por el Espíritu Santo, lo que les dio poder para ser ejemplos de masculinidad apropiada. El mismo Espíritu está trabajando contigo ahora. Jesucristo estuvo involucrado activamente en la vida de David y Salomón a través de ese Espíritu (Rom. 8:9-10). Él también brindó lecciones importantes sobre la masculinidad cuando estuvo aquí en la carne, las cuales tú puedes aplicar.

Jesucristo demostró que el hombre puede mostrar sus emociones, ser sensible y tener en cuenta los sentimientos y las necesidades de los demás. Si bien las tendencias modernas a veces pueden llevar esto demasiado lejos, estas cualidades no son de ninguna manera algo de lo que se pueda huir. Los ejemplos del ministerio terrenal de Jesús lo confirman.

Juan 11:35 es el versículo más corto de la Biblia, pero muy instructivo. Después de recibir la noticia de la muerte de Lázaro, dice: “Jesús lloró”. Incluso como Dios en la carne, Jesús mostró emoción. Era vulnerable — muchos hombres de hoy se sentirían muy incómodos con la idea de derramar lágrimas frente a otros. Aunque Jesús resucitó milagrosamente a este hombre, todavía estaba profundamente conmovido por lo que sucedió y cómo este trágico evento había impactado a la familia del hombre.

Esta manifestación de emociones apropiadas no fue algo que Jesús hizo solo una vez. Lucas 19:41 registra que cuando se acercó a Jerusalén, “vio la ciudad y lloró sobre ella”. La concordancia Strong dice que la palabra “lloró” significa sollozar, gemir en voz alta, lamentarse y llorar. No significa simplemente un sentimiento vago de tristeza. El pasaje continúa con Jesús explicando la calamidad que un día vendría a esa ciudad. Sus acciones aquí muestran una profunda empatía.

Un hombre piadoso muestra sus emociones. Sin embargo, no debe desmoronarse por cada pequeña cosa que ocurra. Lo más importante es demostrar que se preocupa sinceramente por los demás. Cuando mostramos nuestras emociones a los demás, deben surgir de un lugar de amor y preocupación desbordante. No debe ser una demostración externa para llamar la atención sobre nosotros mismos.

¡Puedes hacerlo!

Ser hombre no significa ser más grande o mejor que una mujer. Ambos roles son esenciales y ordenados por Dios. Las mujeres pueden hacer muchas de las cosas que los hombres pueden hacer, y viceversa. Pero esto no significa que todos seamos lápices amarillos en una caja. Ambos sexos tienen fortalezas únicas y roles asignados por Dios que deben ser aceptados.

Cada área que hemos examinado — fuerza, empuje, liderazgo y empatía — podría ser objeto de un artículo completo. Forman una imagen compuesta de un hombre piadoso. Toma el tiempo para estudiar estos temas más a fondo e incorpórelos a tu vida.

Mientras la sociedad se siga confundiendo cómo debe comportarse un hombre, mantén un firme apego a los principios de Dios para la masculinidad. Si alineas tu vida con la voluntad de Dios, serás un claro ejemplo de todo lo que Dios quiere que un hombre sea.