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¿Dónde está la Iglesia de Dios hoy?
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Jesús dijo: “Edificaré mi Iglesia”. Hay una sola organización que enseña toda la verdad de la Biblia, y es llamada a vivir por “cada palabra de Dios”. ¿Usted sabe cómo encontrarla? Cristo dijo que:

  • Enseñaría “todas las cosas” que Él ordenó
  • llamaría a los miembros a ser apartados por la verdad
  • Sería una “manada pequeña”
Acerca del Autor
Photo of David C. PackDavid C. Pack 

Fundador y Pastor General de La Iglesia de Dios Restaurada, Editor en jefe de la revista La Plena Verdad, y voz del programa El Mundo por Venir, David C. Pack ha llegado a muchos millones de personas en todo el mundo con las verdades más poderosas de la Biblia — desconocidas por casi todos. Él es autor de 80 libros y folletos, estableció personalmente más de 50 congregaciones, y apareció como invitado en The History Channel. El Sr. Pack asistió al Colegio Ambassador en Pasadena, California, entró al ministerio de la Iglesia de Dios Universal en 1971, y fue entrenado personalmente por su fundador, Herbert W. Armstrong.

¡La cena de bodas NO es en el cielo!

por David C. Pack

Roderick Meredith, con otros líderes de la Iglesia de Dios Viviente (IDV), ahora ha llegado a creer la idea que fue rechazada por mucho tiempo respecto a que las “bodas del Cordero” y la “cena de bodas” serán en el cielo. Comenzada en 1981, esta teoría ha crecido y ha sido aceptada ampliamente entre muchos de los dispersados desde mediados de los 1990s. Los líderes de la IDV ahora la han fomentado sobre su membresía. ¡Pero la Biblia NO enseña que la cena de bodas sea en el cielo! De hecho, esta idea es IMPOSIBLE. He aquí la prueba. Ésta será exhaustiva—y usted estará feliz de haberlo leído todo.

Si lee este artículo completo, usted nunca volverá a creer que la boda de Cristo y la cena de bodas son en el cielo. Usted también se preguntará cómo alguien puede creer que así será — y que decir que los “evangelistas” pudieron haber caído en ello. Pero éstos son los mismos “evangelistas” que recientemente fueron succionados en la perspectiva protestante de que la “apostasía” de II Tesalonicenses 2:3 es una futura rebelión mundial contra Dios, dirigida por el hombre de pecado. Son los mismos “evangelistas” que también copiaron, y se han adherido a la creencia popular evangélica protestante de que habrá un acuerdo de siete años, a partir de un pacto/tratado de tres años y medio firmado entre la Bestia y la moderna nación de Israel de Medio Oriente — increíblemente, estos “evangelistas” ya no pueden discernir en Daniel 9:27 la diferencia entre Jesucristo y el anticristo. Ellos son los mismos “evangelistas” que también se han resbalado en una ampliamente aceptada posición protestante que les fue enseñada por los Tkach (no por el Sr. Armstrong o la Biblia) que el Cuerpo de Cristo, encabezado por un Jesucristo indiviso, está conformado hoy por muchas organizaciones “ramificadas” en desacuerdo — y que ya no es una organización unificada. Ellos son los mismos “evangelistas” que han forzado su “Jesús” en su evangelio. Pero entonces nuevamente, ellos son los mismos “evangelistas” que han RECHAZADO al Sr. Armstrong como el Elías del tiempo del fin, junto con MUCHAS otras doctrinas “menos atractivas” que él enseñó y probó directamente de la Biblia.

La cena de bodas venidera

La Biblia predice las “bodas del Cordero”, seguidas por “la cena de bodas”, después de que los santos nazcan, en la primera resurrección, en el reino de Dios como miembros espirituales de la Familia de Dios. El que estos acontecimientos claramente profetizados ocurran, y justo después la Primera Resurrección, no está sujeto a debate, ya que la Biblia lo menciona explícitamente. Lo que se debate entre las personas de pensamiento equivocado ha llegado a ser su tiempo y la ubicación exactos.

Herbert W. Armstrong pasó poco o nada de tiempo enfatizando cuándo y dónde tendría lugar la cena de bodas porque la palabra de Dios no hace de estas preguntas algo importante. (Es claro, sin embargo, cuándo y dónde será.) Él entendió claramente que lo que es más importante para el pueblo de Dios es vivir de una forma que asegure nuestra presencia en este evento — rindiéndonos a Dios y edificando Su carácter santo y justo, y reteniendo todas Sus verdades. Descuidar vivir el camino de Dios y permitir que Su verdad se descuide elimina cualquier necesidad de preocuparse por los detalles de una boda y la cena ¡A LA QUE NO ASISTIRÁ! Nuevamente, ESO ES IMPORTANTE. Pero conocer cada detalle de su ubicación o tiempo exacto es menos importante. Si usted rechaza los hechos — la verdad de la Palabra de Dios sobre este tema a medida que la ve — también se torna importante.

¡Comprenda esto! Quedar atrapado en alguna falsa doctrina, incluyendo las teorías absurdas sobre la boda/cena de bodas, ¡afecta directamente si va a estar allí! Usted no necesita ser engañado. El estudio cuidadoso de la Biblia elimina completamente al cielo como una posibilidad para la ubicación de la cena de bodas.

Nacimiento de una teoría

La idea de una cena de bodas en el cielo nació alrededor de Pentecostés de 1981, y comenzó con un pastor, Harold Smith, entonces en East St. Louis, Illinois (ahora en el estado de Washington). Este hombre dirige un ministerio en audio orientado a la profecía. Yo le dije personalmente a Servicios Ministeriales en la Sede (y el Sr. Armstrong tuvo conocimiento) que este hombre había predicado esta teoría sin permiso.

Como una nota histórica aparte, yo resulté involucrado en este asunto en Búfalo, Nueva York, alrededor de 1982, cuando uno de los “discípulos” de este hombre predicó esta idea ahí mientras estaba de vacaciones visitando a sus padres. Llamé a Servicios Ministeriales y se me aseguró que el autor de la idea sería reprendido y el ministro visitante envió una disculpa escrita que leí desde el púlpito. Note que Harold Smith es el mismo hombre que predicó por primera vez la creencia privada del Sr. Herman Hoeh de que el Elías final no era el Sr. Armstrong, sino uno de los Dos Testigos. El Dr. Hoeh y Harold Smith jugaron un papel grande en seducir a Rod Meredith en rechazar al Sr. Armstrong como el Elías final. No es sorpresa que Rod Meredith y Dick Ames hayan saltado más profundamente a los brazos de Harold Smith sobre la cuestión de la cena de bodas. (Para entender el significado que rodea a este gran rol profético del tiempo del fin, y quién lo cumplió, lea mi libro Yo os envío a Elías y restaurará todas las cosas.)

La falsa doctrina se desarrolla

Al igual que muchas otras ideas falsas latentes en las mentes a las que se les había dicho que las hicieran a un lado, con el Sr. Armstrong ahora desaparecido, el concepto de la cena de bodas siendo llevada a cabo en el cielo ganó impulso poco después de su muerte. Aunque los líderes apóstatas no fueron los primeros en introducir la idea, no restringieron su regreso, sino lo aprovecharon sutilmente para ayudar a condicionar a los miembros de la Iglesia de Dios Universal (IDU) a aceptar la teología de “ir al cielo”. Esto engranó perfectamente con su agenda doctrinal.

El patrón de los apóstatas, con el espíritu del diablo guiándolos, fue, a lo largo de los 1980s y principios de 1990, el uso de este tipo de sutileza para importar doctrinas protestantes más grandes, cuidadosamente elaboradas en la IDU. Sus ideas fueron introducidas en incrementos por etapas — hasta que la mayoría de los hermanos compraron sus conceptos y se permitieron ser dirigidos de vuelta completamente al falso cristianismo del mundo.

Después de que los apóstatas presentaron la teología hecha y derecha de que las “personas van al cielo cuando mueren”, no hubo más uso en la IDU para esta doctrina de transición de que “la cena de bodas sea en el cielo”, pero el tema continuó cerniéndose para algunos que recordaban la emoción generada cuando apareció por primera vez.

La idea resurgió en los dispersados alrededor de 1995-96, nuevamente con Harold Smith, que en ese momento se convirtió en ministro de la Iglesia de Dios Global (IDG). El líder de Global, Rod Meredith, se esforzó por controlarlo antes que el grupo se separara a finales de 1998, pero fracasó. La herejía se esparció. Números cada vez mayores comenzaron a adherirse a este concepto falso más allá de la década de 1990.

Más recientemente, la Iglesia de Dios Viviente (IDV), la continuación corporativa de Meredith para Global, ha adoptado ahora esta idea como una ENSEÑANZA OFICIAL. Increíblemente, Rod Meredith ha colapsado ahora en la misma herejía de la cual una vez trató de librar a Global. El que se diga que otros ministros de la IDV la han “examinado” es su propia triste declaración sobre cuán lejos han caído con sus líderes. Que algunos de ellos despierten antes que sea demasiado tarde.

Yo me senté en las reuniones del Concilio de Ancianos de la IDG — todas y cada una de ellas — donde esta idea (y otras ideas relacionadas de Smith) se discutieron y rechazaron. Rod Meredith (y todo el Concilio) en ese momento se mantuvo firme contra esta idea, muy consciente de que era equivocada — y habiendo entendido por mucho tiempo que era así. Sin embargo, hoy, un artículo de Richard F. Ames, titulado “Los santos estarán ante el trono de Dios en el cielo”, en las Noticias de la Iglesia de Dios Viviente, presenta esta doctrina, re-empaquetada con varias supuestas “pruebas”.

Un enfoque apropiado

Antes de que estas especulaciones se afianzaran, el énfasis había estado correctamente en calificar para ser parte de la Primera Resurrección. El Sr. Armstrong sabiamente evitó mucha especulación sobre lo que los santos estarían haciendo inmediatamente después de ser cambiados a espíritu.

Los defensores de estos errores en realidad creen que la Palabra de Dios no es explícita respecto a dónde van los santos inmediatamente después de la Primera Resurrección. Es verdad que algún tiempo muy corto transcurre entre la Primera Resurrección y la “batalla del gran día de Dios Todopoderoso” (Apo. 16:14-16; Zac. 14:1-2), cuando Cristo y Sus santos vencen a los ejércitos reunidos para oponerse a Su Regreso. Estos son sólo dos de MUCHOS EVENTOS ESPECÍFICOS que ocurren en un modo muy rápido en el período culminante de 24 horas conocido como “el gran día” (Apo. 16:14). Usted pronto sabrá más de los detalles verdaderamente fascinantes de esto.

Sin embargo, cada detalle de las tareas inmediatas de estos seres espirituales recién nacidos no es revelado. ¡La Biblia simplemente no contiene cada elemento de “quién, qué, dónde, cuándo, por qué y cómo” que los nuevos miembros de la Familia de Dios llevarán a cabo cuando lleguen a esa Familia! El apóstol Pablo registró: “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido” (I Cor. 13:12).

Pero la Biblia sí dice más acerca del primer día de nuestra salvación de lo que muchos se han dado cuenta. Nuevamente, usted verá esto.

Entendamos un poco más. Hay ciertas cosas — algunos son detalles — que Dios ha escogido no revelar: “Las cosas secretas pertenecen al Eterno nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deut. 29:29). Nosotros somos responsables de actuar de acuerdo con el conocimiento y entendimiento que Dios nos ha revelado. Especular excesivamente sobre lo que Dios no ha revelado es un ejercicio inútil — ¡un desperdicio de tiempo!

Muchos entre el pueblo de Dios de la séptima era se han confundido en una serie de eventos proféticos, así como la secuencia en la que suceden. La velocidad, secuencia, tiempo y magnitud de los eventos proféticos venideros están/han estado perdidos para miles. Muchos simplemente ya no pueden recordar — o mantener claro — dentro de la profecía qué sucede, cuándo, así como dónde y a quién — y por qué. La teoría de la cena de bodas en el cielo no es sino la punta del “iceberg de confusión profética”. Pero ha tenido su propio rol en causar que las personas estén aún más desorientadas proféticamente — mientras se enfocan en “mosquitos” cuando están rodeados por una manada de “camellos” proféticos, a los cuales ya no pueden ver con claridad. Mientras claman falsamente estar siguiendo la advertencia de “crecer en gracia y… conocimiento” (II Pedro 3:18), como fue hecho con la nueva herejía de la IDV respecto a la “apostasía”, los seductores que dirigen la IDV tienen a sus miembros de rodillas en la arena, inclinados, examinando un “mosquito” profético — ficticio — cuando una estampida de “camellos” proféticos a toda velocidad está a punto de ¡PISOTEARLOS Y APLASTARLOS A MUERTE!

Este artículo aclara la confusión y expone las muchas enseñanzas falsas que rodean al tema.

Pensamiento y enseñanza complejos

Tenga en cuenta que el razonamiento empleado por estos engañadores es terriblemente complejo. Con el fin de mantener su posición, ellos deben retorcer, voltear y destrozar numerosos detalles proféticos y otros pasajes. En cierto sentido, el lector encontrará que construyen un castillo de naipes que se dobla bajo el escrutinio. Contrarrestar sus errores nos obliga a presentar primero sus ideas erróneas, antes de proceder a refutarlas utilizando escrituras simples.

A lo largo de este artículo, mantenga en mente Isaías 28:9-13. Este pasaje nos amonesta sobre que la verdad de cualquier escritura es revelada generalmente por otras escrituras, porque la Biblia está escrita “mandato sobre mandato… línea sobre línea… un poquito allí, otro poquito allá”, para que aquellos cuyas mentes no están abiertas a entender, tropiecen en su búsqueda de soluciones. Aquellos que están “destetados”, o son espiritualmente maduros (I Cor. 3:1-2), han de buscar la verdad siguiendo este pasaje, permitiéndole a la Biblia interpretarse a sí misma.

Debido a que el laberinto de distintas enseñanzas falsas que constituyen esta herejía en general es tan complejo, se requiere una refutación extensa y detallada. Créanme, preferiría no ponerme en el trabajo de escribir más de 14.000 palabras. Pero para ayudar al pueblo de Dios, vale la pena. Esto significa cubrir primero el tema como se desarrolló hace más de 30 años, para ver cómo “le crecieron las piernas” — y para entender todo lo que la IDV parecía no conocer (pero podría haber hecho) cuándo cayó en su conclusión. Lo que afirma la IDV hoy constituye la última parte del artículo, en gran parte inútil sin el fundamento de las primeras secciones. Para ser completamente inoculado contra la teoría, ¡el lector debe tomar el tiempo para leer el artículo completo!

El artículo de Dick Ames no pretendía un enfoque extenso y sofisticado a la herejía de la IDV. Más bien, lanzó unos cuantos pensamientos superficiales, y saltó al final del juego — diciendo casi por simple afirmación: “La cena de bodas es en el cielo”. Desarmar y rechazar la falsedad de esta idea requiere un enfoque más completo, que ayude al lector a ver desde todas las perspectivas lo verdaderamente equivocada que es la idea. También deja claro por qué hay más en juego al corregir esta enseñanza de lo que pareciera. Hay un deber de llevar este enfoque exhaustivo.

Finalmente, entienda de nuevo. Este artículo cubre un tema difícil — uno hecho mucho más difícil de lo que alguna vez debió ser a causa de las muchas variaciones de pensamiento inventadas para impulsarlo. Si la primera mitad del artículo parece difícil de entender, anímese, reconociendo que estamos tratando de simplificar algo hecho innecesariamente complejo. Sea paciente con la manera en que el tema es abordado. La niebla se levanta en la segunda mitad del artículo. (Dos lecturas podrían ser necesarias.)

Una referencia directa — dos parábolas

La cena de bodas, que sigue a las bodas de Jesucristo con Su Iglesia, sólo aparece en Apocalipsis 19: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios” (vs. 7-9).

¡Este pasaje constituye la sola — única — referencia directa a este próximo evento glorioso!

Revisemos ahora pasajes relacionados con la cena de bodas, y cómo estas escrituras son interpretadas por algunos en los dispersados. La cena de bodas aparece en dos parábolas. Aunque la Iglesia de Dios siempre ha entendido que el propósito de las parábolas no es hacer una doctrina más clara, sino más bien, esconder el significado de aquellos no llamados en este tiempo (Mat. 13:10-17), hay cierto significado en estas dos parábolas.

Considere Lucas 14:16-24. Esta parábola habla de una gran cena, y parece una referencia obvia a la cena de bodas. Es difícil ver Lucas 14 en algún otro contexto. El enfoque aquí es que, debido a que muchos fallaron en comprender el gran honor que se les ofreció, los invitados rechazaron la invitación para esta ocasión increíble. Ellos recurrieron a dar excusas para negarse a asistir. El padre de familia estaba justificablemente molesto, y buscó sustituir a los invitados para llenar los asientos vacíos. Los que habían sido invitados originalmente quedaron impedidos para ya nunca estar involucrados. Hay un significado poderoso hoy en día para los que piensan que “no es gran cosa” caer en esta, aquella o la otra doctrina falsa, y que aún esperan asistir.

No pierda el punto. ¿Alguno cree que un verdadero cristiano le diría abiertamente a Dios: “No quiero ir a tu cena de bodas. No quiero casarme con Jesucristo”? ¡Por supuesto que no! Son otras las cosas que los seducen — los confunden sutilmente — a rechazar lo que ellos pensaban que habían seguido aceptando. ¡CAPTE ESTO! Igual que con Deuteronomio 30:19 — donde Dios pone “vida y muerte” y “bendición y maldición” ante Su pueblo — todos piensan que están escogiendo la vida. Nadie piensa que está escogiendo la muerte. ¡Es el cómo viven las personas y lo que creen lo que al final “escoge” LA VIDA — o “escoge” LA MUERTE!

Lucas 14 ilustra principalmente el llamamiento cristiano. La cena de bodas casi ciertamente se fusiona en su significado, puesto que ser llamado y escogido finalmente conduce a ese evento. La parábola tiene un significado especial para los llamados en la era actual — las primicias. Tristemente, la mayoría fracasa en reconocer el profundo significado de esta parábola, y la seriedad de su llamamiento.

La segunda parábola

Lucas 14 es considerado a menudo como un resumen de la más extensa parábola de Cristo, en Mateo 22:1-14. Esta parábola ciertamente no dice, o siquiera implica remotamente, que la cena de bodas tiene lugar en el cielo. El énfasis principal es que muchas personas son llamadas a estar en el reino de Dios, pero pocos al final responden a su llamamiento. Pocos se comprometerán a desarrollar el carácter justo y santo (simbolizado por la indumentaria de bodas), así que pocos son considerados dignos por Dios para unirse a la cena.

Como en Lucas 14, muchos de los invitados tomaron a la ligera la invitación, dando excusas para su ausencia. Pero Mateo 22 incluye otro elemento — los invitados que conspiran para matar a algunos de los siervos del rey. Este es un pensamiento sobrio: ¡algunos llamados inicialmente (invitados como huéspedes) podrían recurrir a asesinar a los siervos fieles (verdaderos) del rey (Dios)! El odio (ataque) también es asesinato.

Después de que fueron llamados invitados suplentes para sustituir a los que se negaron, todavía otro elemento es presentado: Uno de los invitados suplentes carecía de una “vestimenta para boda”, y tuvo que ser echado fuera. Si esta parábola hace referencia a la cena de bodas en el cielo, ningún ser humano podría “unirse”. Sólo aquellos que habían calificado y llegado a ser espíritu podrían ascender y estar presentes. Aquellos que malinterpretan la parábola de esta manera pierden el punto.

Algunos tratan de explicar la presencia del hombre sin la indumentaria de boda diciendo que debió haber sido un demonio — uno con acceso al cielo (Job 1:6; I Reyes 22:20-23). De ser esto cierto, Dios estaría llamando “amigo” a un espíritu maligno. Y usted sabrá más adelante que, en este punto, Satanás y sus demonios ya habrán sido atados, de cualquier manera.

Además, Apocalipsis 12:7-13 muestra que Satanás y sus demonios habrán sido “arrojados a la tierra” en algún punto algunos años antes que la Iglesia sea siquiera tomada al Lugar de Seguridad — mucho antes del Regreso de Cristo. A los demonios no se les permite regresar al cielo después de este evento: “ni se halló ya lugar para ellos en el cielo” (Apo. 12:8).

Predeciblemente, cuando se ven acorralados por la lógica y la escritura, los defensores de la teoría de la cena de bodas en el cielo recurren a teorías adicionales. En este caso, ellos responderían algo como: “Ésta es una parábola. No puede ser paralelo a que se llevará a cabo en todos los aspectos”. Ellos deben decir esto porque de otra manera la parábola refuta su posición.

Ciertos principios espirituales del llamamiento cristiano, que llevan a ser parte de la Primera Resurrección y de esta gran fiesta, son evidentes en la parábola. Apreciar nuestro llamamiento y nunca tomarlo a la ligera, así como apoyar (en vez de atacar u oponerse) a los siervos y representantes de Dios, es crucial. Una preparación intensa y tener una “vestimenta de bodas limpia” es también vital. Calificar consiste en “prepararse” a uno mismo (Mat. 24:44; Lucas 12:40) — hacerse digno de ese honor.

Éstas son las lecciones que podemos tomar de estas parábolas. Ellas no muestran que la boda o la cena de bodas sean en el cielo.

A la séptima trompeta

Para apreciar plenamente el contexto de la cena de bodas, preguntemos: “¿Cuándo tendrá lugar la Primera Resurrección?” Primero note I Corintios 15: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (vs. 51-52). Nuestra transformación a espíritu incorruptible ocurre al sonar de la última trompeta. Esto es básico.

Ahora I Tesalonicenses 4: “Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (vs. 15-17).

Ambos pasajes muestran claramente que la resurrección ocurre a la final trompeta, al regreso de Cristo. Esto es imposible de perder.

Mateo 24 revela más: “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” (vs. 30-31). Aquí, Cristo aparece en las nubes y envía a Sus ángeles a “juntar” a los escogidos — tanto a los santos en el sepulcro, como aquellos sobrevivientes en el Lugar de Seguridad. Esto, una vez más, ata la resurrección con la última trompeta.

Las trompetas resumidas

Para establecer cuándo suena la séptima trompeta, necesitamos un resumen para apreciar el orden de los eventos.

En Apocalipsis 6, los primeros cuatro sellos (a menudo llamados los “cuatro jinetes de Apocalipsis”) son presentados, seguidos por el quinto sello (la Gran Tribulación y el martirio del pueblo de Dios en la última era) y el sexto sello (las señales en los cielos, acompañadas por un gran terremoto).

El séptimo sello aparece en Apocalipsis 8: “Cuando [Cristo] abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas” (vs. 1-2).

El séptimo y final sello consiste de las siete trompetas o plagas de trompetas. Las primeras seis trompetas son discutidas en los capítulos 8 y 9, resumidas aquí como el Sr. Armstrong y la Iglesia siempre las entendieron:

(1) Una tercera parte de los árboles y la vegetación es quemada

(2) Una tercera parte del mar se convierte en sangre

(3) Una tercera parte de los ríos y el agua dulce es envenenada

(4) Una tercera parte de la luz del sol, la luna y las estrellas es disminuida

(5) El primer ay: el imperio romano revivido ataca al antiguo bloque comunista de Rusia y China

(6) El segundo ay: el antiguo bloque comunista de naciones y otros contraatacan al revivido imperio romano

La séptima trompeta viene a continuación. Ésta es mencionada primero en Apocalipsis 11:15: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”.

Recuerde I Tesalonicenses 4:16: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo…” Lo que el ángel parece gritar está registrado en Apocalipsis 11:15.

Capte este punto clave: La séptima trompeta incluye las siete últimas plagas, conocidas colectivamente como el tercer ay. Una vez más, la séptima trompeta (“la última trompeta”) es el momento de la Primera Resurrección.

Al cubrir los versículos que preceden a Apocalipsis 11:15, podemos ver cómo estos eventos se unen.

Tomemos el relato de los Dos Testigos en los versículos del 11-14: “Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo. El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto”.

(Uno de los principales defensores de la cena de bodas en el cielo afirma que la voz del arcángel en I Tesalonicenses 4:16 es la instrucción: “subid acá” [Apo. 11:12]. Esto es absurdo, ya que estas palabras están obviamente dirigidas “a ellos” — los dos testigos que recién acaban de resucitar a la vida física. Esto no se dice a todas las naciones, así como tampoco a todos los santos.)

Note que los Dos Testigos son resucitados antes del sonar de la séptima trompeta (que anuncia la Primera Resurrección). La suya es una resurrección física: “entró en ellos el espíritu [griego: pneuma, el cual también puede ser traducido “aliento”] de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies” (Apo. 11:11). El “Espíritu de vida” es equivalente al “aliento de vida”, del cual se habla en Génesis 2:7: “Entonces el Eterno Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente [hebreo nephesh o ‘criatura que respira’]”. Esto no es nuevo, sino más bien algo que la Iglesia siempre ha sabido.

Su resurrección contrasta con ésta otra: “En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” (I Cor. 15:52-53).

Después que la voz les dice a los dos testigos “subid acá”, Apocalipsis 11:12 muestra que “subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron”. Justo como Enoc y Elías fueron tomados a otra ubicación para su protección, los Dos Testigos serán tomados de la misma manera para que no sean asesinados nuevamente. Ellos probablemente se unen brevemente con los santos vivos que esperan la Primera Resurrección pronto a seguir. De lo contrario, la Biblia no especifica a dónde van. Sin embargo, el tiempo entre su resurrección física y la séptima trompeta parece ser muy corto. El versículo 14 anuncia que “el tercer ay [que es la séptima trompeta] viene pronto”.

Por tanto, la Primera Resurrección a la séptima trompeta ocurre después de la resurrección de los Dos Testigos.

Las últimas siete plagas o copas de ira

Cabe recordar que la séptima trompeta inicia las últimas siete plagas. Ahora examinaremos éstas. Apocalipsis 15 presenta a siete ángeles en el cielo preparándose para derramar las últimas siete plagas sobre la tierra. El capítulo 16 continúa la secuencia de eventos: “Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios” (vs. 1). He aquí un resumen de estas últimas siete plagas:

(1) Úlceras malignas sobre los que tengan la marca de la bestia y adoren su

imagen (Apo. 16:2)

(2) Los mares se convierten en sangre (vs. 3)

(3) Los ríos y las aguas dulces se convierten en sangre (vs. 4)

(4) El calor del sol quema la tierra (vs. 8)

(5) Plaga de tinieblas sobre el poder de la bestia (vs. 10).

(6) Ejércitos reunidos en Meguido para pelear contra Cristo (vs. 12-16).

(7) Plaga final; gran terremoto y granizo — completa la ira de Dios: “Hecho está”

(vs. 17).

Todas estas últimas plagas son trastornos catastróficos, a medida que la ira completa de Dios es derramada. Apocalipsis 14:10: “…la ira de Dios, que ha sido vaciado puro” (griego: no diluido). Moffat traduce Apocalipsis 15:1 de esta manera: “las siete plagas postreras… consuman la ira de Dios”.

Observe las claras diferencias entre estas plagas con las plagas de trompeta, que reflejan principalmente una ira medida de Dios que ocurre en tercios — porciones de un tercio. Las últimas siete plagas de Dios son la medida completa de la ira de Dios sobre aquellos que continúan en rebelión.

La sexta de las últimas plagas muestra a los ejércitos reuniéndose para la batalla, pero la batalla en sí misma no es mencionada aquí. Una atención especial a la sexta plaga es llevada mediante el estudio de Apocalipsis 16:12-16. Los ejércitos de los reyes de oriente cruzan el río Éufrates seco en el versículo 12. (Este es un evento totalmente diferente, en un momento diferente, del registrado anteriormente en Apo. 9:13-16.)

El pasaje continúa describiendo poderes demoniacos convocando a los reyes de todas las naciones para movilizar a sus ejércitos y armamento militar moderno en contra de la llegada de Cristo y sus ejércitos, para prepararse para la Batalla del gran día del Dios Todopoderoso. El versículo 15 es un inserto, la advertencia general de Cristo para que el pueblo de Dios esté preparado y velando con urgencia por Su Regreso. El versículo 16 muestra la ubicación donde los ejércitos se reúnen, en el Valle de Jezreel, cerca de la colina de Meguido. (Esta batalla es falsamente llamada la Batalla de Armagedón. Para entenderlo correctamente, puede leer mi artículo ¿Qué es Armagedón?)

Tome nota. Los que enseñan que la cena de bodas es en el cielo, dicen que la séptima y última plaga ocurre antes de la batalla del Gran Día del Dios Todopoderoso. Puesto que Apocalipsis 16 no menciona específicamente la batalla, ellos van a otros pasajes que la describen para probar que la batalla tiene lugar después de las siete últimas plagas. (Repasaremos algunos de estos pasajes más adelante.)

Algunos pueden preguntarse por qué la batalla no es mencionada de manera explícita en Apocalipsis 16. Una razón es que el tema de este pasaje que describe las siete últimas plagas (copas de ira) está confinado a resumir cada plaga. Explicar la batalla en detalles requeriría una cantidad desproporcionada de espacio, por lo tanto la batalla es cubierta en detalle en escrituras posteriores.

Suponer que la batalla seguirá a la séptima y últimas plaga es absolutamente ilógico. Considere lo que tiene lugar durante ésta: “El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande” (vs.17-21).

Después de un terremoto colosal, el cual causará que las ciudades de todo el mundo colapsen y las islas y montañas desaparezcan, el conglomerado de ejércitos difícilmente podría tomar su equipo, ¡mucho menos pelear una batalla! Si esto no fuera suficiente, un gran granizo, con bloques pesando alrededor de 120 libras cada uno, no facilitaría las cosas tampoco. Quizá algunos de los tanques fuertemente blindados y las semiorugas puedan soportar el granizo, pero al resto del ejército no le iría muy bien. Los lanzacohetes, lanzamisiles, armas láser y otro equipo moderno de alta tecnología no podría hacer frente a una descarga de granizo masivo y aún permanecer operativo. La explosión final de la ira de Dios es tan decisiva que es ridículo pensar que una fuerza de pelea podría soportar tal embate y aún poder unir rangos y pelear una batalla. De hecho, las voces que salen del cielo a medida que esta última plaga comienza, resumen el tema con las palabras: “HECHO ESTÁ”. Los últimos vestigios de la resistencia del hombre a Dios son aplastados con esta plaga. Esto también finaliza el Día del Señor.

¡Es imposible que una batalla pueda seguir inmediatamente después de esta plaga!

Más lógica básica: Si las siete copas representan la plenitud — realización — de la ira de Dios contra toda la resistencia humana, ¿por qué una batalla final, que verdaderamente es la culminación de la ira de Dios, tendría lugar después de las siete últimas plagas? En otras palabras, después de estos siete eventos, esa batalla sería innecesaria. Más fundamento ha sido colocado ahora.

¿Cuándo se afirman los pies de Cristo sobre el Monte de los Olivos?

Continuemos construyendo el escenario de los acontecimientos que rodean el regreso de Cristo. Como se mencionó, en el capítulo 16 de Apocalipsis, leemos de la movilización de los ejércitos para pelear con Cristo, pero una descripción de la guerra real no es incluida ahí. Zacarías 14:1-5 proporciona más detalle de la batalla y ayuda a clarificar el orden en que ocurren estos eventos. El versículo 1 menciona la venida del Día del Señor, que esta en el contexto de tiempo que estamos discutiendo. Después en el versículo 2, leemos de la reunión de los ejércitos de todas las naciones cerca de Jerusalén para la batalla, tal como leemos en Apo. 16:12-14. Zacarías 14:2 también muestra a Jerusalén bajo ataque por estos ejércitos. En el versículo 3, leemos del Señor (el Eterno, que es Cristo) avanzando y peleando contra estos ejércitos “como en el día de la batalla”. Y en el versículo 3, la batalla está en progreso. El versículo 4 muestra que los pies de Cristo se afirman en ese día sobre el Monte de los Olivos. En el mismo periodo de tiempo de un día, por lo tanto, tiene lugar el terremoto.

En resumen, Zacarías 14 revela que la batalla del Gran Día del Dios Todopoderoso ha sido concluida por la realización de la séptima plaga.

Cómo algunos tuercen la secuencia de Zacarías 14:1-5

En Zacarías 14:3, leemos: “Después saldrá el Eterno y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla”. Algunos han tomado esta frase “como cuando Él peleó en el día de la batalla” y lo aplican específicamente al día largo de Josué, en Josué 10:12-14. Los milagros que ocurrieron durante ese día de 48 horas fueron increíbles. He aquí el versículo 14: “Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido el Eterno a la voz de un hombre; porque el Eterno peleaba por Israel”. La razón por la que los revisionistas se refieren al día largo de Josué es porque grande granizo cayó en ese tiempo y también está profetizado a caer al tiempo de la última séptima plaga. Al afirmar un paralelo con Zacarías 14:3, la séptima última plaga entonces se hace sonar como si ya hubiera ocurrido antes de que Cristo se ocupe de aquellos reunidos para resistir Su regreso.

¡Este es un intento por hacer una conexión entre dos eventos completamente separados que no tienen relación alguna el uno con el otro! La secuencia de la batalla en Josué simplemente no se compara con los eventos de la séptima trompeta. Aunque cayó granizo antes de la batalla durante el día largo de Josué, esto no significa que el granizo de la última séptima plaga deba ocurrir antes de la batalla del Gran Día del Dios Todopoderoso.

Esta reinterpretación de Zacarías 14:3 requiere de un fantástico juego de piernas teológico y saltos irracionales en la lógica para cambiar la cronología básica de los eventos.

El versículo 4 muestra que Jesucristo afirmará sus pies sobre el Monte de los Olivos en el mismo día de la batalla. El Monte se partirá en dos durante el gran terremoto, que ocurre después de su llegada. Como se mencionó anteriormente, este terremoto es el más grande en toda la historia.

Otro punto vital para mostrar que Cristo afirmará sus pies sobre el Monte de los Olivos casi al tiempo de la séptima de las últimas plagas se encuentra en Apocalipsis 14:9-10: “…Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles [que regresan con Cristo — Mateo 25:31] y del Cordero [también incluyendo a los santos]”.

Esto muestra que estos individuos no sólo van a ser consumidos por fuego, sino que cualquiera que lleve la marca de la bestia beberá de la ira de Dios “en la presencia del Cordero”. Cristo verdaderamente estará presente en la tierra mientras la última plaga consuma la ira de Dios — ¡ÉL NO ESTARÁ EN EL CIELO, O EN LA CENA DE BODAS! Si Él no afirmara sus pies sobre el Monte de los Olivos sino hasta después de que la séptima plaga sea cumplida, entonces los versículos previos serían inexactos.

Cuando todos los versículos relevantes son puestos juntos, la comparación con el día largo de Josué es expuesta como una cortina de humo usada para alterar la secuencia correcta de los eventos. Acepte el claro significado de la Escritura para no ser engañado por las maniobras sutiles.

¿Están presentes los santos en el cielo durante la “ceremonia de coronación” en Daniel 7?

Los detalles de Daniel 7 son a menudo malentendidos como si representaran a los santos apareciendo ante el Padre en el cielo para recibir posiciones de autoridad junto con Cristo. Examinemos más de cerca lo que este capítulo revela realmente respecto a los santos recibiendo su recompensa.

Los teoristas de la cena de bodas en el cielo hacen la correcta observación de que Cristo viene al trono del Padre para recibir dominio sobre la tierra. Sin embargo, reflejando la teología protestante, concluyen entonces que los santos también deben llegar al cielo para recibir su recompensa en lo que ellos denominan “La ceremonia de coronación”.

Los siguientes versículos muestran explícitamente que Cristo fue traído directamente a la presencia del Padre para recibir Su dominio. La coronación de Cristo está en Daniel 7:13-14: “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre [Cristo], que vino hasta el Anciano de días [el Padre], y le hicieron acercarse [a Cristo] delante de él [el Padre]. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”.

El término “venía” en el versículo 13, donde Cristo viene al Anciano de Días (el Padre), se deriva del término caldeo metah e implica “ser encontrado presente”, también significa “venir” o “alcanzar”.

Los versículos 21-22 muestran que “vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos”. En este caso, la palabra “vino” se deriva del término caldeo athah. Aquí, significa “llegar” o “traer”. El contexto de los versículos 21-22 muestra que el Anciano de Días (en este caso, Jesucristo) “llegó”, en el sentido de intervenir desde el cielo a nombre de los santos que estaban siendo dominados, o sometidos, por el cuerno simbólico.

Puesto que el “cuerno”, representando al papado, prevalecía contra los santos (colectivamente todos ellos en un período de 2.000 años) hasta que el Anciano de Días “llegó” para darles juicio, ellos obviamente estaban sobre la tierra — ¡los santos no podrían estar sujetos a la opresión del cuerno si estuvieran EN EL CIELO!

Concluir que los santos reciben dominio del Padre en la misma manera que lo hace Cristo requiere otro salto extremo en la lógica. Esta serie de versículos no implica, ni remotamente, que los santos fueran traídos alguna vez ante la presencia del Padre, antes o después que les sea dado dominio (su recompensa). Los desacertados “maestros” de las teorías de la cena de bodas creen que “La ceremonia de coronación” es seguida inmediatamente por la cena de bodas en el cielo. Falso.

La verdad de cuándo y dónde reciben los santos su recompensa queda claro en otra de las parábolas de Cristo, comenzando en Lucas 19:11: “Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente”.

Luego, en el versículo 12, Jesús comenzó a explicar Su propio papel: “Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver”. Este versículo es correspondiente con Su aparición delante del Padre para recibir Su dominio — una coronación que precede al Regreso de Cristo a la tierra.

Luego, antes de dejarles, Jesús les dio asignaciones a Sus siervos: “Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo” (vs. 13).

En el versículo 15, Cristo regresa: “Aconteció que VUELTO él, después de recibir [tiempo pasado] el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno”. ¡La secuencia de eventos aquí es IMPOSIBLE DE MALENTENDER! La honestidad es lo único que se necesita para ver la verdad.

Los versículos 16-17 describen a Cristo recompensando a sus siervos de acuerdo con sus obras: “Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades”. Esta parábola muestra claramente que Cristo trae con Él la recompensa de cada hombre a su Regreso.

¡ESTO NO OCURRE EN EL CIELO! Sólo lea Apocalipsis 22:12: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”.

Otro versículo confirma esto: “He aquí que el Eterno el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro” (Isa. 40:10). Toda la Iglesia una vez supo que esto hablaba de Cristo, que regresará a designar posiciones de gobierno de acuerdo a cuánto se hayan esforzado y crecido sus siervos — y, podemos añadir, ¡cuánto hayan evitado todas las formas de herejía!

Hacer referencia a las escrituras relacionadas a menudo aclara la incertidumbre de un versículo en particular. Aquellos que se niegan a hacer esto, y en cambio eligen la especulación imprudente, se entrelazan en la confusión.

El regreso triunfante de Jesucristo

La Segunda Venida de Cristo, el punto más crítico en toda la historia, es demasiado importante como para cubrirlo en Apocalipsis 16 como un simple sub-punto de las siete últimas plagas. Por tanto, Juan fue inspirado a registrar una descripción separada y detallada.

Apocalipsis 19:11-16 describe la entrada triunfal de Cristo: “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas [siendo traídas a los santos]; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”.

Antes de continuar, reconozca que la Escritura no documenta cada aspecto de lo que sucede a los santos inmediatamente después de la resurrección. Sin embargo, es obvio que ellos se encuentran con Cristo en el aire (I Tes. 4:17), y puesto que ellos en ese punto serán seres Dios, ciertamente tendrán la habilidad de ir a cualquier parte en el universo, incluyendo el tercer cielo. Además, la Escritura revela que todos los aspectos de la séptima trompeta — todas las siete últimas plagas — ocurren en un día. Más detalles al respecto vendrán más adelante. Pero ya que existe la creencia errónea de que pasan nueve días entre la Primera Resurrección y cuando Cristo afirma Sus pies sobre el Monte de los Olivos, algunos concluyen que los santos resucitados van al tercer cielo inmediatamente y a la cena de bodas. (Los santos podrían — en teoría — ir al tercer cielo después de ser transformados, o a cualquier otra parte, si ese fuera el Plan de Dios, porque ellos podrán viajar a cualquier parte en el universo instantáneamente. Pero la cena de bodas no es posible que ocurra en este momento, como lo probaremos.)

Aquellos que enseñan que la cena de bodas es en el cielo, creen que ésta ocurre durante las últimas siete plagas. Apocalipsis 15:8 es usado para respaldar este pensamiento. Ellos dicen que la declaración “y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas…” significa que la coronación, la boda y la cena de bodas están teniendo lugar durante este tiempo.

Esto no tiene sentido por un sinnúmero de razones.

Primero, la escritura simplemente no dice que los santos, Cristo, y el Padre, están encerrados en el templo durante este tiempo. Esto simplemente no está ahí. ¿Guardaría silencio la Biblia sobre tan GIGANTESCO EVENTO? ¡Por supuesto que no!

Segundo, ya leímos Apocalipsis 14:10, el cual explica que la ira de Dios es “derramada… en la presencia del Cordero”. Esto no podría ser verdad si Cristo estuviera en el templo celestial.

Tercero, vimos que la batalla del Gran Día de Dios Todopoderoso toma lugar durante la conclusión de estas plagas. ¿Cómo podrían Cristo y los santos estar en el templo mientras al mismo tiempo pelean contra aquellos que se oponen a Su Regreso?

Cuarto, ¿podría alguien creer honestamente que esta celebración maravillosa y gozosa toma lugar al mismo tiempo que Dios está completando — cumpliendo — “pura” — Su ira sobre una humanidad rebelde? Vuelva a leer esta pregunta.

Ahora consideremos la cuestión más urgente apremiando a Cristo y los santos en medio de la resurrección y la batalla, la cual, nuevamente, ocurre en el mismo día.

En Judas 14, se revela que los santos constituyen parte de los ejércitos (con los ángeles, Mateo 24:31) que regresan con Cristo: “De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares”. Salmos 149:5-9 habla de la guerra que los santos ayudan a llevar a cabo: “Regocíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus camas. Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos en sus manos, para ejecutar venganza entre las naciones, y castigo entre los pueblos; para aprisionar a sus reyes con grillos, y a sus nobles con cadenas de hierro; para ejecutar en ellos el juicio decretado; gloria será esto para todos sus santos”.

Puesto que los santos han de participar en esta gran batalla decisiva (Apo. 17:14 muestra que ellos están presentes durante la guerra con la Bestia y el Falso Profeta), alguna preparación puede ser necesaria antes de unirse a ese evento. Ser transformados a seres espirituales será un salto cuántico en entendimiento y capacidad, por lo que un grado de preparación podría ser necesario para esta tarea. Malaquías 4:2 muestra que los seres espirituales pueden crecer y aprender — obviamente verdadero del Padre y Cristo.

Cristo y sus santos tienen que preocuparse porque Satanás está utilizando esta gran batalla como una oportunidad para producir tanta destrucción en la tierra como sea posible. Se deben tomar medidas para contenerlos, a medida que el enemigo es sometido. Los santos “destruirán a los que destruyen la tierra” (Apo. 11:18).

La inminente batalla precederá la boda y la cena de bodas, que naturalmente ocurrirán después de que la victoria final sea asegurada. Aún la distribución de las recompensas a los santos individuales puede ser retrasada hasta después de la batalla. En ninguna parte de la Biblia encontramos que una celebración se realiza antes de alcanzar la victoria. ¡ESTO NO TENDRÍA SENTIDO!

Piense sobre las implicaciones de la cena de bodas sucediendo mientras Satanás aún está influenciando a la humanidad y causando estragos en la tierra. Al igual que en el cuarto punto anterior, pregúntese: ¿Estaría Cristo y Sus santos celebrando en el cielo mientras Satanás aún está causando estragos sobre la tierra?

Las bodas del Cordero: en el contexto de Apocalipsis 19

Continuemos examinando la falsa “lógica”. Vimos que Apocalipsis 15:8 se utiliza para decir que los santos y Cristo están aislados en el templo. No obstante, ellos ignoran Apocalipsis 16, que describe las últimas siete plagas. La secuencia humanamente revisada de eventos salta hasta el principio de Apocalipsis 19. Nuevamente, algunos tuercen el tiempo, enseñando que la boda y la cena que le sigue tienen lugar antes de la batalla descrita en la segunda mitad del capítulo.

Los teóricos observan que Apocalipsis 19:7-9 se refiere a la boda y a la cena de bodas antes del relato del Regreso de Cristo y la batalla final, en los versículos del 11 al 21. Primero el versículo 6: “Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!”

Al momento de esta alabanza en el cielo, Cristo ya está reinando sobre la tierra. El término usado para “reinar” (o “reina”) es la palabra griega basileuo, que significa gobernar como un soberano o rey. Un tiempo verbal imperfecto (denotando algo inminente en el transcurso del tiempo) no es implicado. ¡Cuando los seres angelicales alaban a Cristo, él ya está reinando!

Este “estruendo de muchas aguas” continúa en los versículos 7-9: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios”.

Analicemos la declaración “porque han llegado las bodas del Cordero…” ¿Significa esto que la ceremonia de boda ya está en proceso en ese momento — o, significa que es una certeza inminente aún por ocurrir?

Aquí, el verbo griego para “llegado” puede, y a menudo lo hace, aplicar al tiempo imperfecto, lo que puede indicar un evento continuo o algo que sucederá en el futuro.

El significado deseado para la palabra “llegado (o llega)” es revelado al compararlo con Apocalipsis 11:14: “El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto”. “Viene” es idéntico a la palabra “llegado” que se encuentra en Apo. 19:7. En ambos casos, el término griego es erchomai e ilustra un evento inminente — ¡uno que aún no ha ocurrido! Al tiempo en que esto es expresado en el cielo, las bodas casi han llegado, pero aún no están en curso.

Habiendo ya establecido que, en este punto, Dios (Cristo) ya estaba reinando (vs. 6) y que las bodas eran un evento a tomar lugar en el futuro inmediato (vs. 7), ¡no es posible que las bodas del Cordero y la cena de bodas subsiguiente pudieran haber precedido al comienzo del reinado de Cristo sobre la tierra!

Aunque el tiempo exacto de la cena de bodas no es revelado de manera explícita, cuando ocurre, Cristo ya estará reinando sobre la tierra.

¿Regresa Cristo en Pentecostés?

Un inserto: Muchos proponentes de la teoría de la cena de bodas en el cielo creen que Cristo regresa en Pentecostés, no en Trompetas o en algún otro momento. (Entienda que la IDV aún no parece llegar tan lejos. Pero lo que estamos a punto de cubrir es todo parte de la base en la que eligieron pararse sin entender cuán defectuoso era cada ladrillo que la conforma.)

Puesto que Apocalipsis no es específico en cuanto a lo que sucede con los santos tan pronto como sean resucitados, estos defensores afirman que esto queda claro en Levítico 23 — diciendo que es “la clave” para entender el tema. No lo es.

El hecho de que las primicias en el Plan de Dios fueran simbolizadas por las dos hogazas mecidas y presentadas a Dios en la época de Pentecostés, lleva a los promotores de la doctrina a concluir que el tiempo de la cosecha de los primeros frutos, y por lo tanto la Primera Resurrección, sucede en Pentecostés.

Leamos en Levítico 23:9-11 sobre la ofrenda de la gavilla mecida: “Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla delante del Eterno, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá”.

El versículo 17 ordena la ofrenda de las dos hogazas de pan mecidas, hechas con levadura. Éstas representan a las primicias en el Plan de salvación de Dios. Una de las hogazas se entiende correctamente que representa a los patriarcas, siervos y profetas del Antiguo Testamento, que constituyen la Iglesia del Antiguo Testamento. La segunda representa a la Iglesia del Nuevo Testamento. Ambas hogazas eran horneadas con levadura, simbolizando que todos los siervos de Dios no estaban libres de pecado, a pesar de que tratan de vencerlo.

La palabra “mecida” en relación con la ofrenda de la gavilla mecida viene del término hebreo nuph, que significa “vibrar hacia arriba y hacia abajo” o “mecerse hacia adelante y hacia atrás”. Este término también puede significar “alzar, aplicar, esparcir, levantar, presentar, zarandear o mecer”. Los promotores de la teoría enfatizan que el término “mecer” significa “alzar” y rechazan las otras definiciones posibles. La definición de Strong respalda claramente que “mecida” significa simplemente “mecer”. Los teóricos atan la idea de las hogazas mecidas siendo “alzadas” con su suposición de que los santos son alzados al trono de Dios en la resurrección. Las creativas suposiciones sacadas de la ceremonia de ofrenda de la gavilla mecida están basadas en traducciones de términos que son, en el mejor de los casos, ambiguos.

Debí haber advertido que algunas de las ideas que encontraríamos eran muy tontas.

Los abogados de estas nuevas teorías no hacen énfasis en la Ley de Dios siendo dada en el Sinaí en Pentecostés, o en el Espíritu Santo siendo dado en este día a la Iglesia del Nuevo Testamento. En cambio, ellos enfatizan su idea de que la cosecha de las primicias — la cual comparan con la Primera Resurrección — junto con las bodas de Cristo y la cena de bodas (en el cielo), deben ocurrir todas durante Pentecostés. Esto representa un giro totalmente nuevo en el significado de los Días Santos — uno NUNCA enseñado en la Iglesia de Dios cuando estaba en el carril bajo el Sr. Armstrong y durante la era de Filadelfia. Ellos no sólo reinterpretan el tiempo de los cumplimientos proféticos, ¡sino que también relegan todos estos eventos al día equivocado!

Para llegar a sus conclusiones, los revisionistas rechazan muchos otros aspectos de la profecía — como lo hacen con el significado de otros Días Santos.

Los Días Santos y el Día del Señor

El Día del Señor comienza a la primera trompeta, posiblemente a ocurrir en la Fiesta de Trompetas. Olvidando la duración del Día del Señor, ellos enseñan que éste termina casi ocho meses después, en Pentecostés.

La Iglesia de Dios ha entendido por mucho tiempo que el Día del Señor dura un año completo, usando el principio de un día por un año en Ezequiel 4:6 y Números 14:34. También note: “Porque es día de venganza del Eterno, AÑO de retribuciones en el pleito de Sion” (Isa. 34:8; vea también Isa. 6:12; 63:4).

También se ha entendido por mucho tiempo que, a diferencia de los Días Santos de primavera (incluyendo Pentecostés), los Días Santos de otoño representan eventos proféticos que aún han de ocurrir. La Fiesta de Trompetas es una celebración de triunfo en el evento futuro que representa — el Regreso de Cristo al sonido de la séptima trompeta, probablemente coincidiendo con la Primera Resurrección.

Puesto que los Días Santos de otoño representan eventos futuros, es lógico que la Fiesta de Trompetas esté directamente relacionada con el sonido de las trompetas y el cumplimiento de las plagas de trompetas. Puesto que el Día del Señor se entendía que duraba un año completo, naturalmente, no todas las siete plagas de trompeta ocurrirían en la Fiesta de Trompetas. Sin embargo, se entiende que la primera y séptima trompetas quizás probablemente ocurrirán en ese Día Santo — con un año de diferencia.

Si el Día del Señor comienza al sonido de la primera trompeta, en la Fiesta de Trompetas, éste finalizaría en ese tiempo también — es decir, la séptima trompeta sonaría en la Fiesta de Trompetas precisamente un año más tarde.

Para promover sus ideas heréticas, quienes abogan por una fecha en Pentecostés para la cena de bodas, en efecto, despojan a la Fiesta de Trompetas de su propósito pretendido, reduciéndola a una “Fiesta de plagas” y eliminando así el elemento central del Regreso de Cristo.

Ahora pregúntese: Si los abogados de la teoría de la cena de bodas están equivocados en tantos otros temas periféricos, ¿sobre qué base podría alguien esperar que estén remotamente correctos en su idea central?

“Aquel gran día”

La versión más reciente de la Iglesia de Dios Viviente para la herejía de la cena de bodas afirma que transcurren nueve días entre el sonar de la séptima trompeta y cuando Cristo regresa a pelear “la batalla del gran día del Dios Todopoderoso”. Ellos proponen que las últimas siete plagas ocurren en este período, después que Cristo llega para pelear con los ejércitos reunidos “en o justo antes de, el Día de Expiación” — después que la cena de bodas ha tenido lugar lejos de la tierra aún engañada por Satanás y bajo destrucción por Dios.

¡Esta idea no pasa la prueba de la Escritura! Examinemos ahora en más detalle cómo todas las ÚLTIMAS siete plagas ocurren en el mismo día que Cristo regresa. Comencemos en el Antiguo Testamento, buscando una frase clave:

“En aquel día, dice el ETERNO, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y el Eterno reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre” (Miqueas 4:6-7).

“La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y el ETERNO solo será exaltado en aquel día … La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo el ETERNO será exaltado en aquel día” (Isa. 2:11, 17).

Jeremías 25:29-33, 46:10 y 50:29-32 hacen referencia al mismo día que Miqueas e Isaías. Este es el día en el que hay que enfocarse en este contexto. Éste es descrito en Apocalipsis 16:14: “pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo [piense en los versículos que acabamos de leer], para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”. Note la frase “AQUEL Gran Día”. (Aunque este es el único lugar en el que Dios menciona esta batalla, el mismo día se menciona a lo largo de la Biblia, pero generalmente con la frase “en aquel día” o “en el día”. ¡Todo esto identifica este final y culminante DÍA LITERAL, y TODO lo que éste representa!

La Biblia revela que 21 EVENTOS ocurren en este SÓLO DÍA — “en aquel día”. Los eventos que hemos estado discutiendo no se extienden en nueve días, como la IDV dice (o en cuatro meses desde Pentecostés hasta Trompetas). ¡Ahora viene la parte más fascinante de este largo artículo! He aquí 21 EVENTOS que ocurren TODOS en aquel gran día, algunos casi simultáneamente. Una vez más, ¡todos ellos ocurren en UN DÍA! ¡Que Dios pueda ayudarle a entender esta asombrosa verdad, y cómo estos eventos se relacionan con USTED! El orden exacto no es siempre claro, pero se aproxima:

(1) Jesucristo deja el cielo con Su ejército — los santos no están con él, puesto que aún no han sido resucitados (Apo. 19:11-14)

(2) Los ángeles reúnen a los santos muertos en donde están los vivos, en el Lugar de Seguridad (Mat. 24:30-31)

(3) La séptima trompeta suena (Apo. 11:15-19)

(4) El cielo y el Templo de Dios son expuestos, acompañados por un terremoto y grande granizo (Apo. 11:19)

(5) Los santos muertos son resucitados y los santos vivos transformados a espíritu, reuniéndose con Cristo en el aire (Judas 14-15; I Tes. 4:14-17; I Cor. 15:51-52)

(6) Babilonia recibe plagas especiales (Apo. 18:8-24)

(7) Hambre (de alimento y comercio) culmina en Babilonia (vs. 8, 9, 11, 15, 18-19)

(8) La Batalla de Aquel Gran Día de Dios Todopoderoso es peleada (Apo. 16:14; Zac. 14:1-3, 12-13; Apo. 19:19; Isa. 42:13; Joel 3)

(9) Los judíos locales perseguidos en Jerusalén se unen a la batalla (Zac. 14:14). Muchos simplemente nunca notan esto.

(10) Las aves comen la carne de los muertos (“cena del Gran Dios” — Apo. 19:17-18; Sofonías 1:7-18)

(11) La Bestia y el Falso Profeta son ejecutados en la presencia de los santos (Apo. 17:14; 19:19-20; Dan. 7:8-11)

(12) Un año de ira termina (Job 14:13)

(13) Los pies de Cristo se afirman en el Monte de los Olivos en aquel día (Zac. 14:3-4; Miqueas 1:3-4; Apo. 1:7; Mat. 24:30 — ¡no uno, dos o nueve días después! Además, recuerde que Cristo ascendió desde este mismo lugar — Hechos 1:11-12)

(14) El Monte de los Olivos se parte (Zac. 14:4)

(15) Los habitantes judíos huyen a las montañas a través de este nuevo valle (vs. 5)

(16) El río sanador aparece (vs. 8)

(17) El diablo es atado (Apo. 20:1-3)

(18) Los 1.000 años de los santos comienzan (Zac. 14:9; Apo. 20:4)

(19) Los santos reciben su recompensa (Apo. 11:17-18; 20:4) — es difícil determinar exactamente cuándo se da la recompensa en relación con otros eventos, pero esto ocurre en algún punto en este día, tal vez en las bodas y la cena.

(20) Cristo se casa con la Iglesia (Apo. 19:7-8)

(21) La cena de bodas (Apo. 19:9 — Una vez más, ¿precedería la cena de bodas a la batalla, con los santos disfrutando una ocasión gozosa mientras los ejércitos se reúnen? La cena es tomada típicamente en, o cerca de, el final de un día bíblico (puesta de sol a puesta de sol) — específicamente en la tierra de Israel, donde la puesta de sol no varía tanto como en lugares más lejanos del ecuador.)

Esta lista tiene varias implicaciones relacionadas con la cena de bodas. Aquí están tres:

  • Los ejércitos que dejan el cielo son ángeles, no santos, puesto que los santos aún no han sido resucitados en ese punto. Los ángeles también visten lino blanco y limpio (Apo. 15:6; vea también Eze. 9, 10).
  • Todos los eventos ocurren en un período de 24 horas, ¡que no permite que Cristo venga por Su pueblo, haga un giro en U, y luego tenga una fiesta de bodas por varios días mientras las plagas se desarrollan abajo en la tierra!
  • Una cena de bodas no puede ser atrapada entre los santos que se les está dando la vida eterna en la última trompeta y cuando los pies de Cristo se afirman en el Monte de los Olivos — una vez más, ¡en el mismo día!

Podemos preguntar, ¿por qué serían tan breves las últimas siete plagas, encajando todas en un día, cuando las plagas previas podían durar tanto como cinco meses? La razón: el efecto acumulativo de estos desastres borraría la vida vegetal, animal y humana de la tierra si continuara por mucho tiempo. Recuerde, esta es la MEDIDA COMPLETA de la ira de Dios — pero Él limita la duración de estas plagas severas para preservar la vida de quizá el 10 por ciento de la humanidad que sobrevive hacia el milenio. Estas plagas tienen un propósito crucial de traer a su fin a los negociantes humanos, satánicos, inflexibles e incorregibles, para ser resucitarlos más tarde durante un período muy diferente de 1.000 años después.

(Para muchos más detalles de todo lo que ocurre después de la séptima trompeta, los lectores serios querrán escuchar mi sermón “Apocalipsis Parte Dos — Aquel Gran Dia”. Éste les impactará).

Todo indica que, los sobrevivientes de “aquel gran día” se reunirán a guardar la Fiesta de Tabernáculos que llegaría pronto, como lo vemos en Zacarías 14:16. El resto de la humanidad aún estaría entumecido por el Día del Señor y el trauma de las guerras, los terremotos y otros desastres. La logística para organizar la Fiesta de Tabernáculos sería normalmente imposible, pero ahora en las manos de Cristo y los santos, rápidamente puede hacerse realidad. Recuerde, esta Fiesta fue llevada a cabo originalmente en moradas hechas de ramas de árbol. Una fiesta pisándole los talones a tiempos tan traumáticos puede necesitar moradas temporales similares.

Note cómo Cristo trata compasivamente con estos sobrevivientes cansados en este tiempo: “Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios… Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas… El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan al Eterno tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isa. 41:1, 11, 29-31).

El punto es que las bodas y la cena de bodas ocurrirán muy pronto después del Regreso de Cristo — pero no antes de que domine la rebelión humana y ponga en orden ciertos asuntos de la lista previa, como los revisionistas modernos nos quieren hacer creer.

El tiempo del pacto de matrimonio con el antiguo Israel

Otro inserto breve. Algunos dicen que la cena de bodas ocurrirá en Pentecostés, basados en la suposición de que Cristo se casó con el antiguo Israel en Pentecostés. Esto necesita ser aclarado. Algunos puntos son útiles de considerar respecto al pacto de matrimonio original entre Cristo y el antiguo Israel, que tomó lugar casi en período de Pentecostés en 1443 a.C.

Tres días antes de que la Ley fuera dada en el Monte Sinaí, el siguiente relato tuvo lugar: “Y Moisés subió a Dios; y el Eterno lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que el Eterno le había mandado. Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que el Eterno ha dicho, haremos. Y Moisés refirió al Eterno las palabras del pueblo” (Éxo. 19:3-8).

Tres días después, Dios dio los Diez Mandamientos desde el Monte Sinaí — la base del pacto que Israel había de guardar. Sin embargo, no fue sino hasta uno o más días después de que la Ley fue dada en Pentecostés que el pacto fue confirmado. Esto se muestra claramente por el relato en Éxodo 24:3-8: “Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras del Eterno, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que el Eterno ha dicho. Y Moisés escribió todas las palabras del Eterno, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel. Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz al Eterno. Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que el Eterno ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que el Eterno ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas”.

La confirmación del Antiguo Pacto ocurrió después del Día de Pentecostés — no en ese día. Por tanto, esto no puede ser usado para probar que las bodas serán (o comenzarán) en Pentecostés.

Vistiendo “lino blanco”

Ciertos otros, ahora incluyendo a los líderes de la Iglesia de Dios Viviente, proclaman que los ejércitos de Apocalipsis 19:14 están regresando de la cena de bodas. Puesto que los ejércitos están vestidos en “lino finísimo, blanco y limpio”, la suposición es que estas vestimentas blancas son los atuendos de bodas. No lo son.

Estos engañadores fallan en reconocer que los ángeles también visten lino blanco y limpio, como se mencionó anteriormente en el capítulo. Apocalipsis 15:6 muestra que los ángeles que derraman las últimas siete plagas están vistiendo lino blanco y puro. El ángel que se apareció a Daniel en Daniel 10:5 vestía lino, también. En Ezequiel, el ángel que puso una marca sobre la frente de aquellos que gemían y clamaban también vestía este mismo atuendo de lino (9:2, 3, 11; 10:2, 6, 7). Los 24 ancianos en el Trono de Dios en el cielo también están vestidos de ropas blancas (Apo. 4:4). Incluso el atuendo usado por Dios el Padre (el Anciano de Días) es definido como “blanco como la lana” (Dan. 7:9). Debería ser claro que el atuendo de lino blanco no es exclusivo para la fiesta de bodas.

Recuerde de la explicación de “aquel gran día” que es imposible que los santos sean parte de este ejército a medida que éste sale del cielo, ya que ellos aún no han sido resucitados. Puede parecer que el evento del versículo 14 ocurre después de la resurrección si uno lee Apocalipsis en el orden en que está escrito. Pero el libro no está escrito en secuencia exacta. (MUCHOS ejemplos podrían ser citados. Piense en ellos por usted mismo.) Al leerlo de esa manera conduce a muchos errores. La herejía de la cena de bodas no es sino uno.

Suponiendo que los santos habían de venir de la cena de bodas, ¿se acercarían los ejércitos, con los santos incluidos, casualmente a la batalla aún vestidos con atuendo de bodas? ¡Por supuesto que no! Utilizar esto como prueba de que han estado de alguna manera en una fiesta de bodas implica que estarían vestidos de forma diferente el resto del tiempo. La Biblia no dice, o incluso implica, que este lino fino es vestido sólo en la fiesta de bodas.

He aquí el significado del lino blanco fino: “…porque el lino fino es las acciones justas de los santos” (Apo. 19:8). Apocalipsis 3:4-5 dice esto en relación al significado de la vestimenta blanca: “Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas…” En estos versículos, las vestiduras blancas representan estar sin mancha, ser digno y haber vencido.

No olvide lo que muchos han olvidado: La Biblia siempre se interpreta a sí misma — para aquellos que están dispuestos a permitirlo.

El escenario

Los defensores insisten en que la cena de bodas debe ser en el cielo porque el entorno más inspirador e inmaculado se encuentra ahí. Pero ellos olvidan el milagro que Dios realizó en el Monte Sinaí, registrado en Éxodo 24:9-11: “Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno. Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron”.

Aquí vemos que la boda y la cena de bodas podrían ocurrir en el mar de vidrio (vea Apo. 4:6) sin tener que estar en el cielo. La gloria del entorno de Dios puede, hasta cierto grado, ser traída a la tierra cuando es necesario. El Cristo glorificado (con legiones de ángeles) estará aquí y será absolutamente capaz de proveer lo necesario al tiempo de Su boda.

El artículo “De pie ante el Trono de Dios”, de la Iglesia de Dios Viviente, añade a la falsa teoría, enseñando que la referencia a “delante del trono” en Apocalipsis 14:3, 5 dice que los santos están en el cielo compartiendo la cena de bodas. El versículo 3 describe a los 144.000 parados ante el “trono”, “cuatro bestias” y “ancianos”. Donde se equivocan los lectores descuidados es al asumir que estos versículos son secuenciales en el flujo de la historia de Apocalipsis — después de la séptima trompeta mencionada en 11:15 y antes que Cristo venga del cielo en 19:14. Algunos leen esto como una indicación de secuencia de tiempo, y concluyen como resultado que esta escena tiene que suceder en ese momento en el desarrollo de acontecimientos. Pero recuerde que Apocalipsis no está escrito en una secuencia de tiempo precisa — incluye una serie de pasajes y capítulos de “inserción”, ¡y el capítulo 14 es uno de ellos!

Puesto que los santos resucitados no se verán limitados a la tierra por los 1.100 años que preceden a que el Padre establezca Su trono aquí, ellos tendrán acceso libre al cielo durante ese tiempo y para siempre después. La escena de los 144.000 de pie ante el trono en el cielo, sin embargo, sólo puede suceder en algún tiempo después que todos los eventos ocurran en “aquel gran día”, cuando los santos sean nacidos de Espíritu — y después de que la cena de bodas ya haya ocurrido en la tierra. También — ¡capte esto! — los 144.000 son descritos cantando delante del trono de Dios. Nada más se dice, excepto la descripción de quiénes son ellos.

La IDV también enseña que el Padre “oficiará la boda”, y puesto que Él no vendrá a la tierra hasta que los nuevos cielos y la nueva tierra sean establecidos, esto debe significar que la boda y la cena subsiguiente serán en el cielo. En la superficie, esto parece plausible. ¿El problema? LA ESCRITURA NO INDICA EN NINGUNA PARTE, O SIQUIERA SUGIERE, QUE EL PADRE OFICIE LA BODA. En cambio, hombres sin autoridad bíblica para traer doctrina — “evangelistas” — promueven esta idea, intentando añadir “crédito” completamente sin comprobar y sin base bíblica para su falsa idea de la “cena celestial”.

Las falsas doctrinas a menudo se generan cuando los hombres tratan de forzar las Escrituras para decir algo que no es así. Como un ateo dijo correctamente una vez: “ningún hombre cree jamás que la Biblia quiere decir lo que dice: Él siempre está convencido de que ésta dice lo que él quiere decir”. Los hombres comienzan con una idea preconcebida, y luego van en busca de escrituras para respaldarla, en vez de simplemente dejar que la Biblia hable y se interprete a sí misma (la principal regla del estudio bíblico).

La Biblia guarda silencio sobre quién oficia la boda, ¡¿si es que hay alguien?! — ¡de igual modo debe ser la Iglesia de Dios! Inventar una idea, y luego forzarla al cielo para probar una aseveración preconcebida es engaño — ¡ENGAÑO puro y absoluto!

“Argumento del hombre de paja”

El mismo artículo dice esto: “Puesto que el cielo no es la recompensa de los salvos, ¿debemos asumir que a los santos resucitados — nacidos en la Familia de Dios como Sus hijos plenos — les será ‘prohibido’ cualquier acceso al trono de Dios en el cielo?… podemos ver claramente que — justo como Cristo tiene acceso instantáneo al Padre en todo momento — los santos estarán con el Cordero, incluso ante el trono del Padre… Si somos uno en el Padre y Cristo, ciertamente tendremos acceso inmediato a nuestro Padre en el cielo”.

Mencionado anteriormente, este es el clásico “argumento del hombre de paja”. Al crear un hombre de paja (una línea de razonamiento ficticio y tonto que puede ser descartado) y después derribarlo, el autor cree que puede usar esta victoria hueca como supuesta prueba de algún punto en particular.

Piense. La IDV en efecto dice: “Si usted no acepta que la cena de bodas es en el cielo, también debe creer que los santos no tendrán acceso al Padre hasta que Su trono sea establecido sobre la tierra”. ¡Cuán absurdo — cuán falso — cuán ASTUTO!

Como miembros plenos de la Familia de Dios, ¡por supuesto que los santos tendrán acceso al Padre! Considere que muchos ángeles — en un plano menor que los seres divinos — están presentes en el trono de Dios, y el mismo Satanás ha tenido acceso (vea Job 1 y 2). ¿Excluiría Dios a su propia familia? ¡Por supuesto que no! ¡Y esto no tiene nada qué ver con si la cena de bodas es en la tierra! Recuerde Apocalipsis 3:12, que describe la recompensa de los filadelfinos: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí…” ¿Serán los filadelfinos parte del Templo, pero de alguna manera no tendrán acceso al Dios que mora ahí?” ¡Por supuesto que no!

Que los santos tengan acceso libre al tercer cielo de ninguna manera lleva automáticamente a la conclusión que la cena de bodas debe llevarse a cabo ahí. Los engañadores maliciosos siempre revelarán su “jugada” (Efe. 4:14) si usted los observa con suficiente atención. Pero debe prestar atención.

¿Acaso “Uno” significa “siempre en el mismo lugar”?

En otra parte, el artículo de la IDV presenta otro argumento verdaderamente extraño. Veámoslo: “¡Note también que la oración de Jesús al padre revela que los discípulos de Cristo serán uno con Él y el Padre! ‘Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado” (Juan 17:20-23). Si somos uno en el Padre y en Cristo, ciertamente tendremos acceso inmediato a nuestro Padre en el cielo”.

Los saltos en la lógica aquí son simplemente profundos. Al pueblo de Dios se le enseñó correctamente por muchos años que “uno” aquí significa que el Padre y el Hijo están unificados en mente, propósito y acciones. Pero, ¿significa esto que para ser “uno”, usted debe estar en la misma ubicación? Considere que cuando Jesús dijo a Su Padre en oración: “somos uno” — ¡Él estaba en la tierra, y no había estado con el Padre por más de tres décadas! Este pensamiento está a sólo unos pasos de distancia del argumento trinitario de que “uno” significa enlazados en una deidad de tres en uno. Finalmente, recuerde que este argumento sólo entra en juego si una persona cree que sin una cena de bodas en el cielo, ningún santo puede ir ahí.

Este pasaje, de hecho, deja claro que el pueblo de Dios debe ser “uno” — unificado — aquí y ahora. El punto real de Jesús es que el pueblo de Dios debe ser uno espiritualmente (I Cor. 1:10), y en el mismo lugar, creyendo las mismas cosas y haciendo la misma Obra, bajo el mismo gobierno de Dios, guiado por el único Jesucristo — todo en una organización. Creer de otro modo es reducir la oración de Cristo a un ejercicio miope en futilidad, exactamente lo que la mayoría en los dispersados hacen hoy cuando enseñan la monstruosa mentira de que el Cuerpo de Cristo está esparcido en muchos grupos. Estos mismos líderes son los que en realidad fomentan y alimentan la dispersión. Mateo 12:30 le dice lo que Cristo piensa de ellos, y los versículos 31-32 le dicen por qué muchos de estos hombres (nadie puede saber o juzgar cuántos) ¡se dirigen al lago de fuego!

Todos aquellos con el Espíritu de Dios eventualmente tendrán que dejar a estos hombres y regresar a la ÚNICA Iglesia de Dios, o perder Su Espíritu. Lea Juan 10:3-5. Jesús dijo que Sus ovejas no seguirán la voz de extraños cuando Él los “llame” por sus “nombres” y las lleve a la seguridad, lejos de los ladrones y hurtadores. Romanos 8:9, y particularmente el versículo 14, dejan perfectamente claro que el Espíritu de Dios — el Espíritu de Cristo en ellos (vs.9) — las alejará de los ladrones, asesinos y destructores (Juan 10:10) que están siguiendo, cuando sus nombres sean llamados.

¿Qué acerca de Lucas 12:36?

Por último, para el registro, debemos considerar brevemente Lucas 12:36, que podría ser utilizado indebidamente para justificar la idea de que la cena de bodas precede el Regreso de Cristo. Dice así: “y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida”.

Esta parábola no puede ser una referencia a la cena de bodas, ya que no tendría sentido. He aquí por qué: El versículo 36 dice que el “señor” regresa de una boda y luego sus siervos le reciben — después que él regresa. Entienda. Si esto estuviera hablando de Cristo regresando de la cena de bodas, ¿por qué decirle a Su pueblo que “le abran en seguida” después de ya haberse casado con Su desposada (estos mismos hombres y mujeres)? ¡Esto es completamente ilógico! Que Jesús se case con la Iglesia, y luego les diga que estén preparados para Él, simplemente no tiene sentido. Una vez que la Primera Resurrección y la cena de bodas hayan terminado, no hay necesidad de esperar el Regreso de Cristo y de estar preparados para “abrirle en seguida”. La secuencia de los acontecimientos en ese escenario simplemente no funciona.

Esta parábola no tiene nada que ver con dónde y cuándo participarán los santos de la cena de bodas. Esto simplemente está mostrando el punto crucial de cuando Cristo venga a Su pueblo, ellos necesitan estar preparados para recibirle inmediatamente. Los versículos del 37 al 40 dejan esto claro. Jesús le está diciendo a Su “manada” (vs. 32) que permanezca vigilante y “espere” Su venida — y todo lo que eso implica — preparándose así mismos para tomar parte en la cena de bodas.

El pueblo de Dios ha luchado por mucho tiempo por armonizar diversos relatos y parábolas que describen (1) a Jesucristo siendo “revelado”, (2) Su Segunda Venida, (3) Su pueblo siendo reunido alrededor del mundo (“tomado”) a un lugar de protección y (4) posteriormente elevándose para recibirle, entre otros eventos del tiempo del fin. Todo esto es cubierto en mi serie de sermones, de ocho partes: “Los 1335 días del Hijo del Hombre”. Si comienza la serie, se encontrará a sí mismo incapaz de detenerse hasta completarla. Pero ésta le dará un fundamento completo sobre la cual colocar el entendimiento correcto de la cena de bodas.

El enfoque correcto

La Biblia dice: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (II Tim. 4:3-4). Pablo estaba hablando de nuestro tiempo.

Aquellos que han sido seducidos por falsas doctrinas — ¡fábulas! — respecto a la cena de bodas han perdido de vista esta advertencia: “Mas temo que como la serpiente engaño á Eva con su astucia, sean corrompidos así vuestros sentidos en alguna manera, de la simplicidad que es en Cristo” (II Cor. 11:3 – Versión Reina Valera Antigua).

El patrón establecido de razonamiento erróneo, la especulación mal orientada y el descuartizamiento de escrituras simples proporciona amplia evidencia del “espíritu de error” (I Juan 4:6) que guía a la IDV.

Un cuidadoso estudio de la Biblia muestra que la idea actual de la cena de bodas en el cielo es fácilmente refutable. Usted ha visto esto.

¡La doctrina compleja, confusa y turbia, edificada sobre ideas superficiales y pobremente concebidas no viene de Jesucristo! Sea que estemos examinando la cena de bodas o cualquier otra profecía (o cualquier doctrina), debemos hacer todo el esfuerzo por enfocarnos en las cosas que la Palabra de Dios claramente dice, en vez de especular acerca de eventos sobre los cuales Su Palabra no es explícita. El estudiante serio de la profecía querrá leer mi exhaustivo libro ¡Las más grande profecías de la Biblia abiertas! — Una voz clama.

También, mis extensos libros Unge tus ojos” – La advertencia de Cristo a su pueblo y La verdadera Iglesia — ¿Una organización o muchas?, explican en gran detalle lo que está en juego para los cristianos que pierden de vista la verdadera doctrina en esta era. Para obtener más información acerca de la confusión doctrinal generalizada y creciente en la Iglesia de Dios Viviente, lea nuestro artículo: “¿Es la apostasía (II Tes. 2:3) una rebelión mundial futura encabezada por el hombre de pecado?”

Otros artículos que desacreditan más las absurdas doctrinas falsas que los líderes de la IDV se han tragado podrían seguir. Mientras tanto, si usted quiere escuchar la verdad de Dios presentada con claridad, verdad y autoridad, vea el programa El Mundo por Venir (The World to Come program), transmitiéndose ahora en ION television.