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¿Dónde está la Iglesia de Dios hoy?
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Jesús dijo: “Edificaré mi Iglesia”. Hay una sola organización que enseña toda la verdad de la Biblia, y es llamada a vivir por “cada palabra de Dios”. ¿Usted sabe cómo encontrarla? Cristo dijo que:

  • Enseñaría “todas las cosas” que Él ordenó
  • llamaría a los miembros a ser apartados por la verdad
  • Sería una “manada pequeña”
Acerca del Autor
Photo of David C. PackDavid C. Pack 

Fundador y Pastor General de La Iglesia de Dios Restaurada, Editor en jefe de la revista La Plena Verdad, y voz del programa El Mundo por Venir, David C. Pack ha llegado a muchos millones de personas en todo el mundo con las verdades más poderosas de la Biblia — desconocidas por casi todos. Él es autor de 80 libros y folletos, estableció personalmente más de 50 congregaciones, y apareció como invitado en The History Channel. El Sr. Pack asistió al Colegio Ambassador en Pasadena, California, entró al ministerio de la Iglesia de Dios Universal en 1971, y fue entrenado personalmente por su fundador, Herbert W. Armstrong.

HAGEO — ¡Una profecía para NUESTRO TIEMPO! (Parte 3)

por David C. Pack

NOTA: Este es el DÉCIMO CUARTO de una serie de anuncios semanales especiales que aparecen cada viernes. Ellos revelan colectivamente la continua masiva expansión que están experimentando la Iglesia de Dios, la Obra y la Sede. ¡Hay una razón para esta expansión! El lector debería contrastar estos anuncios de los viernes con las crecientes malas noticias y los malos eventos en la IDU, IDV, IDF, IDDam y TODOS los dispersados y astillas de la Iglesia de Dios Universal. Usted debe ver lo que ellos NO están anunciando y por qué nunca lo harán — y lo que DIOS está trayendo sobre ellos. El lugar para comenzar a leer es ya sea el quinto anuncio — “El pueblo de Dios reunido otra vez — ¡PRONTO!” — o el primero para retomar todo lo que usted se ha perdido. Si usted comienza con el quinto anuncio, luego lea aquellos anteriores y posteriores del mismo. Todos son importantes. Una profecía enorme y detallada está siendo llevada a cabo ahora por Dios. Él está preparando los eventos para reunir pronto a Su pueblo — completo. No es mi tarea convencerle de que la profecía es verdadera. ¡Dios hará eso! Mi trabajo es establecer sistemáticamente las especificaciones de lo que sucederá y POR QUÉ — buenas y malas, placenteras y no placenteras. ¡USTED NO QUERRÁ PERDERSE UNA SOLA SEMANA! Si lo hace, PÓNGASE AL DÍA. Además, usted se perderá el impacto total si salta secciones de estos anuncios.

Antes de regresar a Hageo (Parte Tres), dos anuncios importantes se pueden hacer oficialmente. Ellos involucran el segundo y tercer edificio del campus de nuestra nueva Sede, ambos introducidos previamente. La construcción está programada ahora para comenzar tentativamente con nuestro Centro de Procesamiento de Correo a mediados de junio. Este edificio de dos pisos, con 12.000 pies cuadrados, albergará las operaciones de correspondencia e impresión de la Iglesia, así como los Departamentos de Construcción y Paisajismo. La construcción comenzará en nuestro Centro de Medios de Comunicación a mediados de julio. Con más de 4.000 pies cuadrados de tamaño, este edificio de un piso y medio será un centro con verdadera tecnología de vanguardia. Contendrá tres estudios de diferentes tamaños, así como nuestro creciente Departamento de Servicios de Producción de Media (ya con seis personas de tiempo completo, con otras en camino para septiembre). Actualmente estamos finalizando con los documentos de construcción.

También, nos mudamos oficialmente al nuevo edificio de Administración el lunes y todo transcurrió sumamente bien. Increíblemente, la Obra de Dios estuvo “suspendida” por sólo un día de trabajo. El edificio ya ha resultado ser mucho más bello — y funcional — de lo que cualquiera anticipó. Todavía estamos recibiendo muebles, colgando cuadros, terminando ciertos “toques” aquí y allá — y por supuesto, desempacando. La idea de que tres edificios estarán en lugar y finalizados antes del Día de acción de gracias, en un magnífico campus, nos ha inspirado a todos más allá de las palabras. Quizá también antes del Día de acción de gracias podríamos estar anunciando un hermoso cuarto edificio — el Centro de Estudiantes.

La Parte Dos de esta serie cubrió el capítulo uno de Hageo. Este incluye el significado de las “casas”, las personas que las ocupan, así como el proceso continuo de castigo que Dios traerá a los que llama “este pueblo”. Si usted aún no ha leído la Parte Uno y la Parte Dos, deténgase y léalas primero. De otro modo, este artículo no tendrá sentido para usted. Las dos primeras partes proveen un contexto crucial para todo lo que veremos en Hageo 2. Nos enteramos de que, separadas de Cristo, las organizaciones fuera de la ÚNICA Iglesia de Dios están haciendo obras que ascienden a casi nada, y lo poco que están haciendo, Dios dice que Él lo está “disipando”. (La Parte Dos llevaba una declaración de políticas para todos los ministros, que se repite al final de este anuncio.) Pero hay más por entender sobre el capítulo uno antes de examinar el capítulo dos. Retomemos repitiendo Hageo 1:12:

“Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y TODO el resto del pueblo, la voz del Eterno su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado el Eterno su Dios; y temió el pueblo delante del Eterno”.

Recuerde primero que los versículos 12 y 14 usan ambos el término “TODOS” para describir al remanente que regresa a trabajar en la Casa de Dios. Al igual que algunas instrucciones registradas múltiples veces en Proverbios y otros lugares, Dios repite ocasionalmente una palabra o frase para traer un énfasis más fuerte a Su mensaje. Comprenda el significado de Dios en la palabra “todos”. La palabra hebrea significa “el todotodo, cualquiera o cada uno… alguno… toda”. Tome esta palabra exactamente por lo que significa. Un Dios amoroso está trayendo a “todos” — ¡TODOS! — los de Su Pueblo (todos los que tengan el Espíritu de Dios) de vuelta a Su Iglesia. Otras Escrituras (que se verán más adelante) dejan claro que cada verdadero cristiano alrededor del mundo que no tome acción — en cierto momento crucial, evidenciado en el versículo 12 — perderá el Espíritu de Dios. (Mi artículo sobre este tema, — “El pueblo de Dios reunido otra vez — ¡PRONTO!” — provee más prueba de esto.) Piense al respecto de esta manera. ¡No habrá ningún remanente del remanente! Aquellos que no vuelvan, habrán finalizado su relación con Dios. Otros pasajes además de Hageo dejan esto CLARO. Por ahora, sólo sé que Dios tiene absolutamente claro que esto es lo que sucederá con esas personas. En las próximas semanas, este momento de decisión será explicado más extensamente. Vimos que las personas están esperando por una reunificación, pero creen erróneamente que aún no es el tiempo. Cuando Dios provee una oportunidad clara, Él espera que Su pueblo ACTÚE — y ¡rápido! Repito: los que no lo hagan — ya sea miembros legos o ministros, ricos o pobres, jóvenes o viejos — ¡PERDERÁN EL ESPÍRITU DE DIOS!

Otro punto del versículo 12 se hace absolutamente crítico para examinar — y entender. Puesto que Hageo dice que el remanente “OYÓ la voz del Eterno, su Dios”, llega a ser obvio que previamente “este pueblo” había estado DESobedeciendo a Dios. De otra manera, ¿por qué esta declaración de Dios? Pero, ¿qué estaban desobedeciendo? He aquí una lista parcial: Rechazaron el mandato de Dios de ser parte de Su única Iglesia, que automáticamente los puso en desobediencia a Su único gobierno. Lo tercero sería que no estaban haciendo Su Obra (explicada momentáneamente). Ellos también estaban robando (involuntariamente) los diezmos de Dios y dándolos a Sus enemigos. Además, estos enemigos estaban enseñando una amplia variedad de otras “herejías detestables” que causaron que la “verdad” de Dios fuera “blasfemada” (II Pedro 2:1-2). La aceptación o tolerancia de estas muchas creencias falsas habían puesto al remanente en un estado adicional de REAL DESOBEDIENCIA. ¿Cómo?

“Obedecer la verdad”

Incluso aquellos recién convertidos entienden que los cristianos obedecen a Dios. Ellos saben que deben obedecer los Diez Mandamientos y otras de Sus leyes. Pero hay un elemento vital relacionado de la obediencia que casi nadie considera — y tiene aplicación en la profecía de Hageo. La mayoría de los ministros de Dios han estado abandonando la enseñanza de este principio bíblico estrechamente relacionado.

En numerosos versículos, Dios ordena específicamente a Sus verdaderos seguidores a también “obedecer la verdad”. La mayoría piensa generalmente sobre muchas verdades de Dios como cosas para ser creídas — o entendidas — no como cosas que deben ser obedecidas. ¿No ha sido este, por lo general, su pensamiento? De hecho, ¿cuán a menudo ha escuchado las doctrinas de la Biblia descritas en este contexto? Por ejemplo, el apóstol Pablo les dijo a los romanos que algunos no habían “obedecido el evangelio” (10:16). ¿No ha visto usted, generalmente, el evangelio como algo en que creer en vez de obedecer?

He aquí está lo que el apóstol Pedro escribió, e introduce cómo la obediencia a la verdad está atada a la conversión. Lea cuidadosamente: “Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal…” (I Pedro 1:22). La palabra griega para obedecer conlleva el significado adicional de “escuchar con atención [oír]”, “acatamiento” y “sumisión”. Esto es fuerte.

Además, la obediencia a los puntos de la verdad es vista en este pasaje como inseparable de tres cosas: (1) la pureza de la propia conversión, (2) el papel del Espíritu de Dios — el “Espíritu de la verdad” (Juan 14:17; 15:26) — colaborando activamente en obediencia a la verdadera doctrina y (3) cuán genuinamente ama alguien a los hermanos. El último punto se hace muy difícil (de hecho, imposible) cuando la mayoría de los hermanos se encuentran dispersos en otras organizaciones en competencia y desacuerdo, donde nunca los puede ver o conocer. Este versículo no se puede leer de otra manera.

Pero el tema se hace mucho más serio.

Siguiente, observe lo que Pablo escribió a los gálatas: “¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente…?” (3:1). Los gálatas se habían vuelto confundidos y “necios”, permitiéndose a sí mismos ser engañados — “fascinados” — a creer algo diferente de la verdad. Las congregaciones de los gálatas habían perdido de vista el verdadero evangelio y caído bajo una maldición (1:6-9).

Pablo posteriormente resumió lo que sucedió: “Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó [del griego “retroceder”] para no obedecer a la verdad?” (5:7). Este último versículo describe el problema con los dispersados hoy. Ahora piense. Varios miles del pueblo de Dios una vez entendieron exactamente qué era la Iglesia que Jesús edificó. Por décadas, ellos “corrieron bien”. Pero hoy, habiéndose vuelto necios, también han sido “fascinados” y “estorbados” — habiéndose hecho ahora desobedientes en creencia, pensando que ahora pueden residir en muchas “iglesias”, en tanto puedan llamarse “ramas” de la verdadera Iglesia.

Esto establece un pasaje final que pone la gravedad del asunto en todo su contexto — cómo ve DIOS la desobediencia a la verdad.

Pablo también les escribió a los romanos acerca de algunos que eran “contenciosos”, que querían discutir sobre la verdad establecida: “pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; [viene] tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo” (2:8-9).

Dios ve a aquellos que no retendrán la verdad — no la obedecerán — ¡como obedeciendo la injusticia! Los principiantes en el estudio de la Biblia saben que “toda la injusticia es pecado” (I Juan 5:17).

¿Cuántos del pueblo de Dios siquiera RECUERDAN este pasaje, sin mencionar todos los otros citados?

¡La incredulidad en la verdad es ahora vista como PECADO! Podríamos preguntarnos: ¿Cuánto peor es el pecado de rechazar las verdades que se destacan entre las más grandes en toda la Palabra de Dios? El cierre de Romanos 2:8-9 pone este tema en perspectiva. Habla de la “indignación” e “ira” de Dios — y de la “tribulación” y la “angustia” que Él ha preparado para aquellos [“cada alma”] que cometan lo que Él llama lo “malo” de DESOBEDECER LA VERDAD.

¡Que esta realidad guíe su pensamiento a medida que continúa leyendo!

Un GRAN punto más relacionado

Antes de dejar el tema de la obediencia, es más que interesante que la profecía de Hageo establece específicamente que el remanente también “OYÓ… las palabras de Hageo el profeta”, que son, por supuesto, su propia parte de la Palabra de Dios. Primero, Dios da énfasis especial — doble — en la importancia de la obediencia a lo que Él espera. Pero esta frase también refuerza el entendimiento de que no toda forma de obediencia a Dios implica directamente los Diez Mandamientos, o incluso otros mandamientos básicos fuera de los Diez. A la luz del último subtítulo, entienda que Dios espera que usted OBEDEZCA la profecía de Hageo, ya sea AHORA, para los que entienden totalmente sus implicaciones, pero no más tarde del momento descrito en el versículo 12 cuando llegue. En efecto, Dios le dice dos veces en esta profecía que es mejor que todos le obedezcamos. Este párrafo subraya la necesidad de explicar cuidadosamente la profecía de Hageo como lo estoy haciendo. Las personas no pueden obedecer lo que no saben o no entienden. Voltee y vuelva a leer Hageo 1:12. Note que las personas obedecen a Hageo, “tal como el Señor, su Dios lo enviaba”. Capte esto. Dios “envió” a Hageo con una profecía verdaderamente única — podríamos decir, una con intención especial. Las personas son descritas como “obedeciendo” esa intención. Este es el único propósito de este profeta con un libro tan pequeño que trae un GRAN MENSAJE.

Ahora, un punto crucial relacionado.

Dese cuenta que algo causó que el remanente TEMIERA — “y temió el pueblo delante del Eterno” (vs. 12). Esto es además de obedecerle. El temor es invariablemente una reacción a algo que sucede. Cualquier cosa que haya tomado lugar fue tan poderosa que trajo la obediencia en un solo día. No hay una vacilación descrita. Como lo he mencionado en anuncios previos, un evento final culminante despierta a “este pueblo” y les causa MOVERSE en masa, sin importar la “casa” (iglesia) de la que eran parte.

Añadiendo más a la Parte Dos

Leamos nuevamente los versículos 13-15 : “Entonces Hageo, enviado del Eterno, habló por mandato del Eterno al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice el Eterno. Y despertó el Eterno el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y VINIERON y TRABAJARON en la casa del Eterno de los ejércitos [la única Iglesia de Dios], su Dios, en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío”.

Piense. El remanente es descrito como viniendo a trabajar en una Casa de Dios existente. No dice que vinieron a construir la Casa. ¡Esto es lo que hicieron los antiguos judíos en el relato de Esdras! Esdras detalla a los judíos construyendo el templo de Zorobabel (el segundo tempo), donde ni siquiera había un cimiento en su lugar. Ellos se reunieron para construir desde los cimientos un templo completamente destruido. El lector más que casual querrá leer el libro de Esdras para entender esto. Esto llega a ser otra prueba de que Hageo describe PROFECÍA, y no historia. El remanente llega para trabajar en una estructura ya construida, pero comparativamente más pequeña, y en una condición de algún modo descuidada. La Iglesia que Jesucristo edificó en el 31 D.C. existe aún hoy, y está preparándose para el regreso del pueblo de Dios. Aunque Dios dice que Su Casa “está desierta” en el versículo 4, deja claro que esto no significa que no existe porque, de nuevo, el remanente viene a trabajar EN ella. Ve la diferencia.

Tampoco caiga en la idea que estas personas están trabajando dentro de un edificio literal que está separado de donde viven. Esto no está describiendo a personas que trabajan “en” una fábrica por ocho horas y luego van a casa cada noche, antes de volver al día siguiente para trabajar nuevamente “en” la fábrica. Los cristianos SON la Casa de Dios. ¡Los cristianos están ya sea dentro o fuera de ella las 24 horas del día! La Iglesia de Dios no es algo en lo que entramos y salimos diariamente, como con la Casa física de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento.

Considere más de la Parte Uno. El “remanente” tampoco podría estarse refiriendo a los judíos del Israel moderno. Primero, no hay un templo físico en la tierra hoy. Luego trate de imaginar a un gran número de personas llegando a trabajar en éste en un día. Además, sin tener un templo existente EN el cual trabajar, ¿por qué vendrían tantos judíos repentinamente? Además, los judíos modernos como un todo, jamás estuvieron en la Iglesia de Dios Universal (IDU), y así no encajarían en la descripción de ser un “remanente”.

Luego, note de nuevo (en la Parte Dos) que Hageo 1:15 describe este evento como sucediendo “en el segundo año del rey Darío”. Para los que creen que estas fechas pertenecen al rey persa Darío (que vivió hace más de 2.500 años), recuerden que el Zorobabel moderno también es descrito como el “hijo de Salatiel”, y Josué como el “hijo se Josadac”. Los tipos modernos de estos dos hombres obviamente NO son hijos de estos dos padres de hace mucho tiempo, sin embargo es lo que dice la Biblia. La Biblia está hablando en clave acerca de lo que son dos líderes modernos. El Sr. Armstrong ciertamente supo que el antiguo Zorobabel habiendo nacido de un hombre llamado Salatiel, no tenía nada que ver con la culminación profética de este rol. Lo mismo podría decirse de quien es el moderno Josué respecto a la irrelevancia de la antigua figura de Josadac.

Del mismo modo, la descripción del AÑO del cumplimiento también debe estar en clave. Si Dios especifica el año exacto que Él tenía en mente, el mundo entero sabría cuándo sería cumplida la profecía. ¡Capte esto! Ahora piense. Dios no nombra en la Biblia (ni necesita) al Elías moderno de Maquias 4:5-6 y Mateo 17:11 porque Su Espíritu guiará a los que le están buscando a Él para ver quién cumplió este rol. Los frutos, así como quién se ajusta con el perfil, revelan la identidad de ese hombre (Herbert W. Armstrong). Del mismo modo, para creer que la profecía se cumplió durante el reinado de Darío significaría que Hageo es un relato histórico y no PROFÉTICO. El lector reflexivo entenderá este “mensaje en código” y lo absorberá dentro de su pensamiento en preparación para lo que Dios hará.

Capítulo dos

Con este antecedente, ahora comencemos a examinar Hageo 2.

Versículos 1-2: “En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra del Eterno por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al RESTO del pueblo, diciendo…”

La siguiente frase de esta profecía es descrita tomando lugar 26 días después — en lo que es el último día de la Fiesta de los Tabernáculos (no el Último Gran Día). No pierda el cambio hacia adelante en cuanto al tiempo, y recuerde que Hageo significa “Mi Fiesta [de Dios]”. Piense en este corto libro como uno que contiene una profecía “relacionada con la Fiesta”, pero especialmente respecto al segundo capítulo. ¡Esta es una gran razón que prueba que todas las personas regresan a la Iglesia de Dios en el vigésimo cuarto día del mes sexto (Elul) del año sagrado! (Hay otras razones que serán exploradas más tarde.)

También tenga en cuenta que en lugar que Dios aborde exclusivamente a Zorobabel y a Josué, Él incluye el “resto del pueblo”. (“Resto” es la misma palabra hebrea que “remanente”.) Ahora Dios habla directamente al remanente puesto que todo el pueblo de Dios está junto nuevamente y lo ha estado por casi cuatro semanas. A medida que toda la Iglesia sea galvanizada de nuevo en una, después de un período de separación durante décadas, ciertos mensajes críticos deben ser escuchados en la Fiesta. El versículo tres se convierte en lo que debe considerarse como un resumen de las instrucciones de Dios para el remanente reunido. (Piense en ello como el bosquejo de un sermón para los ministros de Dios.) Luego Dios formula una pregunta crucial que se convierte en otra prueba de quiénes son las “casas” del capítulo uno y cómo salieron de algo mucho más grande.

2:3: “¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?”

Primero recuerde que esto no puede estar describiendo el templo en que los judíos trabajaron hace 2.500 años. El contexto revela que Dios se dirige a los que vieron previamente a la Iglesia de Dios Universal en su apogeo. Una de las primeras preguntas para el remanente es: ¿Cuántos recuerdan la Casa de Dios — Su Iglesia — como solía ser — en “su primera gloria”? La palabra hebrea para “primera” también puede significar “antigua, de antaño, pasado”. Podemos preguntar: ¿Cuántos hermanos hoy recuerdan el tamaño y la “grandeza” de la Iglesia que existió y la poderosa Obra que fue hecha bajo Herbert W. Armstrong? ¿Cuántos recuerdan la manera en que la Iglesia de Dios estaba estructurada y la maravillosa unidad que existía dentro? Dios le está diciendo al remanente que traiga el pasado nuevamente a sus mentes y que consideren el estado de Su Casa (la Iglesia) hoy.

Otro punto importante. Dios NO dice que Su Casa/Iglesia se haya ido completamente, sino que es “COMO nada” — que luce pequeña “en comparación” cómo lució durante la era de Filadelfia. Casi 152.000 personas asistieron a la Fiesta de los Tabernáculos de la Iglesia de Dios Universal en 1990 (¿cuántos otros no asistieron?) — la cumbre en asistencia de la Iglesia. Hoy, la Iglesia de Dios consiste sólo de unos pocos miles. El resto sin duda multiplicaría este número varias veces más. Pero, debido que el remanente es sólo un remanente, obviamente no significa que la Iglesia vuelve a ser más de 150.000. Así, a este grupo unificado de hermanos fieles le es dado un entusiasmo especial en el siguiente versículo.

2:4: “Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice el Eterno; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice el Eterno, y TRABAJAD; porque yo estoy con vosotros, dice el Eterno de los ejércitos”.

Al Pueblo de Dios se le dice “esfuérzate” y por SEGUNDA VEZ Dios les recuerda, “Yo estoy con vosotros”. El contexto del énfasis de Dios es en ¡HACER LA OBRA! La palabra hebrea para “esfuérzate” es una palabra tremendamente poderosa y debe ser leída varias veces para entender en lo que Dios quiere que Su pueblo comience a enfocarse ahora que ya no están perdiendo el tiempo o la energía “corriendo” de ida y vuelta entre sus propias “casas” divididas.

Fuerte significa “fijar, atrapar… ser fuerte, valiente, ayudar, reparar, ser obstinado, vencer, ser de buen ánimo, ser establecido, fortalecer, ser fuerte, retener, desempeñar”. El remanente es instruido a “tener coraje” y “desempeñar” — ¡ser FUERTE! — para ayudar a completar la Obra de Dios en el difícil período final que precede el Regreso de Cristo. Y a darse cuenta que no están solos.

Las diferentes palabras hebreas para “labor” y “trabajo” que se utilizan en todo Hageo también traen un significado crítico. Hay cuatro, y todas son diferentes. (Esta es una razón por la que el lector no puede acelerar a través de Hageo — un libro rico en significado bajo la superficie.) La primera de las cuatro palabras aparece en 1:11, donde Dios llama desolación al “trabajo de manos”, entre otras categorías descritas en la Parte Dos. Esta palabra significa “laborar… trabajo, producir, propiedad (como resultado de la labor)”. Esto no sólo está hablando de un trabajo servil, sino del “resultado” o “producto” de ese trabajo. Dios asola sus esfuerzos durante Su castigo.

La segunda de las palabras relacionadas está en 1:14 (vaya allí). Describe el trabajo que hace el remanente después de regresar a la Casa de Dios. El hebreo también puede significar: “delegación… ministerio, generalmente empleo… o trabajo… activo… ocupación…” El remanente regresa a la verdadera Obra de Dios, con una implicación adicional de un ministerio antes descontento de participar.

La tercera palabra para “trabajad” se encuentra en 2:4 (en mayúsculas arriba) y tiene, por mucho, el significado más poderoso de las cuatro. Mientras lee su definición, piense en términos de la Obra de Dios: “hacer, en el sentido y aplicación más amplios: lograr, avanzar, apuntar, apto, acarrear, llevar, estar ocupado, ocuparse, comprometer, negociar (con), ejecutar, terminar, completar, proveer, reunir, obtener, ir por, gobernar, fabricante, mantener, labor, mantener, hacer, finalizar, estar ocupado, (hacer) que suceda, realizar, practicar, preparar, sacrificar, servir, ser un guerrero, trabajar”. Esta palabra tiene un significado notable verdaderamente impresionante para todos los miembros de la Iglesia de Dios que están decididos a venir y completar ¡la Obra más grande que el mundo jamás haya visto! La cuarta palabra será vista en un momento.

2:5: “Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así Mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis ”.

El versículo 5 añade más ánimo para el remanente, y se convierte en más prueba de que este es un grupo de verdaderos cristianos con el Espíritu de Dios. Los antiguos judíos que regresaron del cautiverio no tenían el Espíritu de Dios. Este pasaje destruye cualquier idea persistente de que esta profecía está describiendo a los “judíos antiguos” (¡¿o judíos modernos?!). Estas son personas que ya tienen el Espíritu de Dios — “entonces, Mi Espíritu PERMANECE en medio de vosotros”. Por lo tanto, ni siquiera puede estar refiriéndose a las personas que están de alguna manera llegando a la conversión, ni hablar de los que son absolutamente inconversos. Hablemos claramente. “Este pueblo” tiene el Espíritu de Dios — y son un “remanente” (recuerde que en hebreo esto significa un “vestigio” o una “porción de sobrevivientes”) de muchos otros que alguna vez estuvieron en la Casa de Dios.

Dios también le está diciendo a Su pueblo que no tema. Esto es similar a lo que Cristo dijo en Lucas 12:32: “No temáis, manada pequeña”. Un Dios amoroso, compasivo y misericordioso sabe que debe ofrecer un tremendo ánimo y apoyo a un grupo de personas que acaban de experimentar la horrible desolación descrita en Hageo 1, pero también el evento culminante, que tendrá un gran “efecto impactante” en TODOS los que lo presencien.

En las semanas por venir, también quedará claro por qué Dios hace especial hincapié en que Su “pacto” continuará con este pueblo. Por ahora, entienda que el pasaje está escrito en código, como si se aplica a aquellos que mantuvieron el Antiguo Pacto (“salieron de Egipto”) — pero, recuerde que a los antiguos israelitas NO se les dio el Espíritu Santo. Usted ya ha visto MUCHAS razones por las que esta profecía tiene que estar hablando de personas convertidas en la Casa espiritual de Dios al final de la era. De hecho, los siguientes versículos inmediatos en el contexto hacen entender este punto — haciéndolo imposible de malentender.

2:6-7: “Porque así dice el Eterno de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones [refiriéndose al regreso de Jesucristo]; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho el Eterno de los ejércitos”.

El período descrito es obviamente el Día del Señor — cuando el cielo y la tierra serán sacudidos, ¡junto con todas las naciones de la tierra! Esto es obviamente el tiempo justo antes del Regreso de Jesucristo, que vendrá a Su ÚNICA Casa. Por esta razón es mejor que supere la idea de que el pueblo de Dios puede estar en MUCHAS casas. Cristo no sólo regresará a Su única Casa, sino que va a volver a una Casa que está descuidada actualmente, ya que, sin importar sus sentimientos o lo que los líderes les digan, la mayoría hoy está FUERA de esa Casa. Recuerde que los versículos previos están registrados como siendo hablados en el último día de la Fiesta de Tabernáculos. Podríamos decir, por supuesto que lo están. Vea el tema relacionado con la Fiesta. La profecía salta hacia delante unos cuantos años en el tiempo, hablando de terremotos y las señales del cielo descritas en Apocalipsis, porque esto está siendo dicho en la Fiesta de Tabernáculos. Repito: Esto no puede ser un relato histórico, y usted acaba de ver más pruebas. El libro de Hageo es PROFECÍA — no es de extrañar que incluya a personas que estuvieron lejos de Dios y de Su Casa por décadas, siendo actualizados sobre lo qué es la Casa en última instancia — ¡el lugar al que Jesucristo regresa! El versículo 7 se refiere a Él regresando para “llenar la Casa de GLORIA”. Los dispersados de hoy, rebeldes, divididos, en desacuerdo, compitiendo, infestados por herejías — lejos de ser gloriosos — también están lejos de estar listos para recibir la gloria de CRISTO.

2:8: “Mía es la plata, y mío es el oro, dice el Eterno de los ejércitos”.

El hebreo para “plata”, por implicación, significa “dinero”. El “oro” también puede significar “metales preciosos”. Este es un mensaje importante para los siervos de Dios que llevan a cabo Su Obra del tiempo del fin. Dios está diciendo que Él controla (posee) vastas fuentes financieras y puede proveerlas para Su Obra. De hecho, Él hará esto en parte simplemente porque todos los diezmos y ofrendas de Dios irán a un lugar. Dios está diciendo que Él redirigirá los fondos que actualmente están siendo robados por los líderes que pronto serán removidos de su oficio. Dios cuidará de las necesidades de Su Iglesia. También dese cuenta que este mensaje es para el remanente. Atrapados mucho más profundamente en el mundo, y en la codicia del día a día pasando allí, se les debe recordar que toda sobre la Tierra pertenece a Dios. Ellos deben regresar a sacrificar para Su Obra como todos lo hicimos una vez bajo el liderazgo del Sr. Armstrong.

2:9: “La gloria postrera de esta Casa [obviamente refiriéndose a la Iglesia de Dios] será mayor que la primera, ha dicho el Eterno de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice el Eterno de los ejércitos”.

Este versículo describe a la Iglesia de Dios excediendo por mucho cualquier templo físico previo, incluyendo el de Zorobabel, que fue terminado en 515 A.C. Por última vez: Esto se convierte en la principal prueba — y el Sr. Armstrong entendió muy bien esto (usted leyó sus citas) — que Hageo es una profecía acerca de la Iglesia de Dios estando lista para el Regreso de Cristo al fin de la era. Por un corto tiempo, ahora justo por delante, los enemigos de la Casa de Dios (Su Iglesia) serán silenciados. Este respiro dado a la Iglesia será necesario para completar la gran “Obra corta” (Rom. 9:28) de “profetizar otra vez” (Apo. 10:11), profetizada a ocurrir al fin de la era. Además de la paz que Dios dará a su Iglesia reunida, el pasaje también hace referencia al lugar donde la paz más grande de todas se originará — el tipo de paz que todas las naciones anhelan — ¡LA PAZ MUNDIAL!

Un giro de 180 grados

Aquellos que llegan a entender la verdad de esta profecía están enfrentando o probablemente enfrentarán un nivel creciente de persecución. Una analogía es útil aquí. Esta persecución podría ser vista ahora como el viento en su cara. Este crecerá más y puede soplar más fuerte hasta que se sienta casi violento. Pero dese cuenta que será EFÍMERO. El viento repentinamente girará 180 grados y estará a su espalda. Será un viento que ayude a empujar a TODA LA IGLESIA hacia adelante para terminar la Obra de Dios — cuando todos estén trabajando juntos en el Templo. ¡Soporte con paciencia! No se preocupe de quién más está de acuerdo con usted. Pronto, muchos más lo harán.

También, tenga cuidado de decir: “Quiero que todos estemos juntos nuevamente”, pero luego disipe su oportunidad cuando Dios provea el camino. Reconozca que Satanás hará todo lo posible para derrocar su comprensión de Hageo. El diablo nunca puede derrotar a Dios, pero puede derrotar a los individuos que se lo permitan. ¡No esté entre ellos!

Por último, expliqué brevemente en una parte previa, reconozca que Dios necesariamente tuvo que enviar a un hombre para explicar las cosas de Hageo. ¿Quién más está incluso tratando esto — algo de esto? ¿Puede nombrar siquiera a una persona? ALGUIEN tenía que hacerlo. Y Dios no escogería — o nunca utilizaría — a un hombre que se auto-designará.

Enfóquese, digiera y PROFUNDICE en las profecías de Hageo. Examine — y persiga — cualquier pensamiento de resistencia. ¡No sea descuidado en asuntos de tanta importancia colosal para USTED!

Hay más versículos que entender en Hageo 2. Dirigidos al ministerio de hoy, pero también relacionados a los hermanos, estos serán cubiertos en la Parte Cuatro.

ATENCIÓN MINISTROS

Una declaración para todos los ministros: Dios reunirá a Su Pueblo, y pronto. Por décadas, los ministros han estado “dispersándolo”—y trabajando “en contra” de Cristo (Mateo 12:30). Lea lo que sigue a Mateo 12:30. Ahora viene una poderosa palabra de advertencia para aquellos hombres que temen a Dios y quieren permanecer en Su ministerio. Los hombres quienes se sabe que han tratado de frustrar la obra activa del Espíritu de Dios de reunir a Su pueblo, necesitan saber que ¡han escogido FINALIZAR SU MINISTERIO! El gobierno de la Iglesia de Dios hará investigaciones diligentes con los hermanos ahora bajo su cargo.

La mayoría de ustedes se volvieron liberales en los 1970s—este fue el “primer strike” a los ojos de Dios. Pero usted fue perdonado por un Dios amoroso y misericordioso y le fue dada otra oportunidad. Sin embargo, mayormente los mismos hombres se volvieron mucho más liberales y heréticos en la segunda “vuelta” a través de los 90s, todo el camino hasta el presente—éste fue un muy grande “segundo strike” a la vista de Dios. Pero Su plan es perdonarle DE NUEVO, tras el arrepentimiento. Si usted lucha contra Su Propósito AHORA—lea: “El pueblo de Dios reunido otra vez—¡PRONTO!”, y otros anuncios recientes—el resultado será el “TERCER strike” y usted estará FUERA del ministerio por su propia elección. El gobierno de Dios, debidamente nombrado, le REMOVERÁ a usted de su oficio. Se le aconseja FUERTEMENTE que al menos permanezca NEUTRAL frente a lo que su sede le pida o incluso exija resistir lo que “la IDR está enseñando”—cuando el Espíritu de Dios en usted debería estar dejando claro que lo que estamos anunciando es enseñanza de DIOS. Dígale a su rebaño que usted está “esperando para ver”, y si las circunstancias lo requieren, dígale a su sede que usted va a seguir a Dios, no a ellos, cuando la presión llegue al límite. Dígales que usted “no va a participar en esto”. No confíe en que sus líderes actuales podrán salvar su ministerio. ¡Ellos NO lo harán! Sólo usted puede hacer esto.

Consciente ahora del asombroso propósito de Dios, usted de hecho debería desear “salir al frente” de lo que Él está haciendo a fin de ayudar al máximo número de personas. Otros ministros y diáconos ya lo han hecho. En cualquier caso, si usted no es lo suficientemente fuerte para hacer esto, no permita ser coaccionado o hasta amenazado a una posición donde usted lamente—¡lamente DESESPERADAMENTE!—sus acciones, tal como Esaú se encontró a sí mismo cuando “fue rechazado: y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque lo procuró con lágrimas” (Heb. 12:16-17). Esaú no pudo retroceder las manecillas del tiempo en lo que había hecho. Algunos errores “van demasiado lejos”. ¡Usted está advertido de no repetir el error de Esaú! El tiempo en esta era casi se ha terminado. Usted está en una encrucijada de la historia, la profecía y el DESTINO. Hágase humilde ante los ojos de Dios y Él lo exaltará en el futuro cercano, más allá de lo que usted puede imaginarse ahora. Pronto, usted estará sirviendo a más del pueblo de Dios—a congregaciones más grandes. ¡NO ARRUINE UN LLAMAMIENTO PRECIOSO!